viernes, 21 de agosto de 2015

Entrevista a Nokomi



La música rebotaba por la discoteca y las paredes parecían sudar del ambiente infernal. No es que estuviera atiborrado pero no era mi tipo de lugar, aunque era la condición de la entrevistada y había que aceptar. Solo esperaba que nadie me desvalijara el coche estacionado afuera, no me fiaba del barrio. Me consolé con la idea de que el nombre del club, Afrodita, era una clara referencia a los Caballeros del Zo... la mitología griega.
Creo que de todos los autores a quienes entrevisté, esta argentina a priori me parecía la más inofensiva. De sexo con un sexto sentido, divertidas apuestas familiares, aventuras con amigos y, especialmente, una encantadora y morbosa historia de redescubrimiento, Nokomi ha entrado fuerte en TodoRelatos y encandilado a toda una comunidad con relatos tan cotidianos como morbosos, aderezados de humor y giros de infarto.
Me sonreí mientras me servía de unas uvas de gusto extraño, con lo que escribí en el párrafo anterior me iba a ganar unos pesos de parte de la autora. Solo esperaba no meter la pata con las preguntas…
De repente, más allá del gentío que danzaba en la pista, un montón de hombres que parecían mujeres, y mujeres que parecían hombres, el local pareció detener su rimbombante ritual nocturno, solo por unos instantes, en el momento que el fantasmagórico guardia de seguridad le abrió las puertas a una joven enfundada en ceñido y coqueto vestido amarillo.
Pasmado como estaba, tuve que menear la cabeza para recordar que estaba allí para una entrevista. La joven avanzó hasta la barra con cierto aire tímido mientras las personas se abrían paso; no era para menos, aunque su pinta de dulce amiga y vecina de al lado, se trataba de una de las autoras de mayor éxito en la página.
No por nada los guardias tenían que intervenir para atajar a los iracundos lectores que querían ingresar al club. Unos pedían a gritos que continuase “Strep Póker” cuanto antes, otras exigían un nuevo capítulo de “Me niego…”.  Me atraganté con la uva cuando vi que tuvieron que sacar a golpes a un lector bastante violento.
“Será terriblero”, pensé.
Pero a ella no parecía afectarle la presión. Y supuse que me reconoció por mi hábito de Cura cuando se sentó a mi lado en la barra. Inmediatamente el barman nos acercó sendas copas de “Sex on the beach”, mientras el gentío se volvía a su rutina de baile vicioso y Nokomi parecía escanear el lugar con la mirada, tal vez en búsqueda de alguna presa a quien cazar luego de mi entrevista, o tal vez solo se cercioraba de que no quedase algún lector violento.
Me estremecí completamente cuando llegó el esperado contacto visual acompañado de una sonrisa. Nick japo, mitología griega, relatos mimados y hasta tiene poesías en su haber, madre. Me sentía más nervioso que un gato de cola larga en un cuarto de sillas mecedoras.
—Hola, Nokomi. Muchísimas gracias por aceptar la entrevista. Hace mucho que no lo hacía y me alegra que seas tú.
Hola, Padre, qué sorpresa verlo en un sitio como este. ¿Vino en busca de alguna monja que se haya corrompido? Para volver a llevarla por el buen camino, por supuesto. Por cierto, ¿no vio por aquí un muchacho con pinta de degenerado? Se suponía que tendríamos una entrevista…
—Es gracioso que me digas degenerado porque creo que soy el autor menos erótico de toda la web —dije liquidando el Sex on the beach de un trago—. Pero bueno, ¿por qué "Nokomi"?
La verdad es que me da un poco de vergüenza contar el origen del nick, y al mismo tiempo me pone nostálgica.
El origen se remonta a una vieja amiga, que temía experimentar el sexo, pero que debido a mi mala influencia (sí, lo admito, en cuanto al sexo puedo ser una mala influencia para quienes me rodean) comenzó a salir más seguido hasta que se animó a intimar un poco más con un chico que conoció en una discoteca, al principio fueron puros besos pero una noche se animó a practicarle sexo oral, para ella fue una experiencia muy significativa, lo disfrutó muchísimo porque siempre se había creído incapaz de hacerlo, se sentía muy bien por haberse animado.
Fue pasando el tiempo y ella ganando coraje para hacer esto mismo con otros chicos que le presentaban o que conocía, yo también seguía haciendo de las mías y ocasionalmente nos poníamos a charlar sobre el tema y a intercambiar experiencias. Nos teníamos muchísima confianza y nos entendíamos muy bien. Llegó un momento en el que, con una sola frase nos decíamos si habíamos intimado con alguien o no, “Hoy comí”, eso significaba que habíamos tenido suerte, pero también había períodos de sequía sexual en los que decíamos “Hoy no comí” o simplemente “No comí”, eso significaba que no tuvimos sexo. Hubo un tiempo en el que esta “sequía” se hizo más extensa de lo habitual y se hizo muy común la frase “No comí”, tanto que se desvirtuó al No-komi, Nokomi.
Luego llegó una etapa en la que intentamos “reemplazar” momentáneamente el sexo con relatos, que en su mayoría escribía yo, narrando mis propias experiencias (las cuales NO publicaré) o siguiendo algunas de las ideas que ella me aportaba. Por eso el tema de los relatos eróticos se relacionó con el Nokomi, si no “comíamos”, es decir, no teníamos sexo, entonces estaban los relatos. El día que creé mi primera cuenta para publicar relatos, ella misma me sugirió que utilizara como nick Nokomi ya que parecía nombre japonés, nos reímos mucho y me pareció buena idea dejarlo así.
—Ya. ¿No es en realidad un palabro japonés antiguo con significado oculto acerca de la sexualidad del ser humano o algo así?
 No, para nada. Lamento desilusionarte y desilusionar a los que hayan pensado lo mismo. A veces los nombres o sobrenombres pueden partir de las cosas más absurdas que se te puedan ocurrir; pero luego adquieren el significado que la gente le da al asociarlo con algo. De lo único que estaba segura al momento de decidirme por ese nick es que no hacía referencia a ninguna palabra en particular (al menos no textualmente) y que no era un nombre (hasta donde sé), por eso la palabra iba a ganar su “identidad propia”.
—¿Entonces tus primeras experiencias con la escritura vinieron de la mano de tu amiga? 
Se podría decir que sí. Nunca antes había dedicado tiempo a escribir a consciencia, intentando dar buenas descripciones para que las escenas se comprendieran. Creo que mi amiga influyó bastante en mi estilo, ya que ella me pedía que no apresurara demasiado las cosas y le contara cada detalle, decía que de esta forma podía sumergirse mejor en lo que ocurría. Así fui aprendiendo que narrar no es contar. No basta con sólo decir “pasó esto, esto y esto”; lo importante es permitir que el lector pueda disfrutar de aquellas buenas escenas y eso mismo evolucionó bastante en mi estilo ya que también empecé a brindarle la misma atención a aquellas escenas que no incluyan sexo, pero que también puedan ser entretenidas.
Mis primeras experiencias con la escritura de ficción también fueron dentro del erotismo y no me costó decidirme por este género ya que lo disfruto mucho. Comencé a inventar historias para mi amiga, al principio eran historias sencillas, que sólo iban al sexo y no tenían demasiada profundidad. Los personajes prácticamente cumplían una sola función: la interacción sexual. Pero de a poco las historias se fueron complejizando. El verdadero salto llegó cuando empecé a escribir las historias de Amor Filial, esa idea también comenzó durante una de las largas charlas que tenía con mi amiga, llegamos a la conclusión de que a las dos nos excitaban ese tipo de historias, así nació mi primera serie corta de Amor Filial y el primer relato que publiqué en internet, “Problemas con mi Hijo”.                  
—¿Tu amiga sigue leyéndote? ¿Sabe de los lectores que lograste enganchar con tus relatos?
No, por desgracia ella no llegó a ver el verdadero impacto que tuvieron los relatos, ella falleció hace unos tres años, a causa de una enfermedad que tenía desde hacía mucho tiempo. Para mí fue muy duro perderla, era una persona realmente importante para mí, me hubiera gustado que leyera “Me niego a ser lesbiana”, al menos. Cuando ella falleció estuve más de un año sin escribir nada, pensaba dejarlo porque ya no tenía con quién compartirlo, pero el tiempo pasó y superé la pérdida. Un día entré a Poringa (la única web en la que publicaba en aquel entonces) y me sorprendió la gran aceptación que habían tenido mis relatos, particularmente “Vacaciones con mis Amigos”. Todavía no me explico por qué a tanta gente le gustó ese relato, pero como tuvo muchos seguidores, con el tiempo, le hice un “remake” corrigiendo varias cosas, pero dejando la historia prácticamente igual.
—Interesante eso del remake. Me imagino que algún alma caritativa, humilde y bondadosa habrá ayudado en tu remake…
¡Ah, sí! No puedo olvidarme de los buenos consejos que me dio Caronte para hacer la nueva versión… sí, eso es todo… tengo que agradecerle a él...
—¿Solo ese autor oxidado? Yo me refería más bien a un alma caritativa que sabe algo gracioso y llamativo sobre ti y los Caballeros del Z
¿Eh? ¡Ah sí, sí! Acabo de hacer memoria. ¿Cómo me iba a olvidar de los buenos consejos que me diste vos para corregir el relato? Esos consejos me ayudaron a darle un nuevo enfoque a la narrativa. “Vacaciones con mis amigos” es un relato bastante viejo, de la que considero mi “primera etapa” en la escritura; ahora más bien diría que voy en una “tercera etapa” y me alegra ver todo lo que progresé y me entusiasma saber todo lo que queda por aprender.
Enarqué las cejas, al parecer di con el punto débil de la autora. Lo confirmé cuando pidió al barman otra bebida, seguramente buscaba aplacar el nerviosismo. ¿O tal vez empezaba a acusar la presión de algunos lectores que se colaron en el club y buscaban sortear a los de seguridad? 
—¿Cuáles son tus inspiraciones, Nokomi?
Cualquier cosa me puede inspirar, ya sea para un relato completo, para una escena de sexo o simplemente, para una escena cotidiana. He escrito relatos inspirada en algún video o foto, he escrito relatos inspirada en alguna anécdota que me han contado (las cuales distorsiono tanto que ya dejan de ser las anécdotas en sí) e inclusive he escrito inspirada en alguna canción, de hecho uno de mis relatos se llama “Confortablemente Entumecido” y está inspirado en la canción “Comfortably Numb”, de Pink Floyd.
A pesar de todo esto, considero que la inmensa mayoría de mis inspiraciones vienen de mi propia imaginación, la cual nunca se detiene. Suelo soñar mucho estando despierta.
—¿Cómo encontraste TodoRelatos?
Encontré la web hace muchos años, en la época en la que aún recorría la red en busca de relatos eróticos, para leer. Me gustó que se pudiera encontrar tanta cantidad de relatos, pero con el tiempo me fui dando cuenta que muchos eran de baja calidad, estaban mal narrados. Otra cosa que noté es que muchos escritores, a mi parecer, tenían buenas ideas para relatos, pero las arruinaban por no saber cómo llevarlas, de forma gradual. Arruinaban la trama adelantando cosas que no deberían adelantar o haciendo muy directa la forma en la que se llegaba al sexo, básicamente diciendo “Te quiero coger”, no me gusta usar este tipo de frases, a no ser que sea bien presentada en una trama que lo amerite y que al leerla cause cierto morbo, de lo contrario prefiero que el sexo se vaya dando gradualmente.
Eso fue lo que me hizo encontrar mi propio estilo narrativo, me dije a mi misma: si querés que los relatos sean así, entonces escribilos vos de esa forma. Después me di cuenta de que si a mí me gustaban, podía haber más gente que también le gustaran o que estuvieran buscando lo mismo… y bueno, como dije antes, en ese entonces los compartía con mi amiga, y a ella le gustaban, así que ya sabía que al menos dos personas disfrutaban con esos relatos.
—Y al final encontraste una comunidad de lectores bastante grande a quienes les gustaron tus historias.
Miré preocupado a la marea de fanáticos apenas contenida por los guardias. Amenazaba con dar por terminada la noche; volaban peticiones de continuación firmadas en las servilletas, pero la autora, entre respuestas y respuestas, solo se limitaba a sonreír y guiñar a algunos. Por dentro, me alivié de no tener que llevar esta sesión en mi pequeña cafetería asuncena…  
Una comunidad bastante grande… sí, tanto que a veces abruma un poco. Al menos sé que los que se han puesto en contacto conmigo me han felicitado por los relatos, me gusta recibir este tipo de mensajes porque es lo que me demuestra que, a pesar de que a mucha gente podría no gustarle mis relatos, sigue habiendo personas que los disfrutan y para ellos seguiré subiendo mis relatos a la web. También hubo personas que se tomaron a mal mi forma de publicar relatos o la forma de escribirlos, incluso me acusaron de querer “engañar” a los lectores y de abusar de la temática de Amor Filial, sólo para obtener mayor cantidad de lectores.
Nunca entendí estas acusaciones ya que esas personas no me conocen en lo más mínimo, no saben que yo, en primera instancia, escribo por gusto propio y que mi género favorito es el Amor Filial, seguido del Lésbico, se olvidan de la gran cantidad de relatos lésbicos que publiqué y que esos, dentro de TodoRelatos, tienen una cantidad muy reducida de lectoras. Escribo las historias tal y como se me ocurren, indistintamente del género que tengan.
—Entonces, ¿qué importancia tiene para ti la cantidad de lectores?
Mucha, poca, ninguna. Dependiendo de cómo lo mire. Si considero que escribiría relatos aunque no los publicara o aunque fueran para una sola persona (cosa que ya he hecho), entonces puedo decir que no tiene ninguna importancia si me leen. Ahora bien, si tomo en cuenta que el ver que mis relatos despiertan cierto interés en la gente, entonces podría decir que tiene un poco de importancia, ya que esto a veces me ayuda a sacar ganas de donde no las tengo para seguir escribiendo. Si lo veo desde la vereda del otro lado y considero la gran cantidad de personas que leen mis relatos, entonces podría decir que esto es muy importante, ya que al ser tan leídos estos relatos pasan a ganar un “misticismo” propio. Cada nuevo relato que publico puede atraer nuevos lectores e incluso nuevos tipos de lectores, ya que me gusta variar la narrativa.
En un principio me gustaba poder publicar los relatos, incluso pensando que nadie los leería. Hoy en día ya publico con otra presión, ya que sé que es probable que muchos ojos se posen sobre ese relato y que la diversidad de opiniones crece constantemente.
—¿Una categoría en donde nunca publicarías?
Nunca publicaría en la categoría Zoofilia, me cuesta mucho el sólo ponerme a pensar en elaborar una historia de estas características. Me encanta el morbo y me tomo grandes libertades con él, pero también tengo mis límites y éste es uno de ellos.
Cuando te sientas para escribir un relato, ¿ya tienes una idea fija en la cabeza o prefieres dejarte llevar?
Nunca escribo teniendo ideas fijas, sino más bien pequeños objetivos. Tal vez la idea es narrar una sola escena que me pareció interesante o excitante, luego “acomodo” la historia y los personajes para llevarlos hacia dicha escena. A veces, en las series largas, planeo escenas o momentos con mucho tiempo de antelación y es lo que me marca un rumbo, sé cuánto puedo o no desviarme del hilo original, pero me aburre mucho escribir una historia si ya sé todo lo que ocurrirá, me gusta cambiar ideas, modificarlas o directamente insertar ideas totalmente nuevas. A veces simplemente me pongo a escribir y dejo que surja todo (es la forma en la que más disfruto de la escritura), digamos que en mis relatos hay un 70% de contenido espontáneo e improvisado y un 30% de contenido planeado y diagramado.
—¿Qué tanto de realidad hay en tus relatos?
Prácticamente nada, no suelo tomar vivencias personales para incluirlas en mis relatos. Me gusta crear, lo que más disfruto de la escritura es inventar personajes y escenas de la nada misma. Me gusta el proceso de ir moldeando cada detalle, por eso evito utilizar vivencias reales, ya sean mías o de otras personas, aunque en algunos relatos me he inspirado gracias a cosas que me han contado, como el de “Malditas Uvas”, que se me ocurrió luego de que una amiga me contó sobre un altercado que tuvo al masturbarse utilizando uvas.
¿Qué podemof faber de ti?  —pregunté atragantado con las uvas. Ya decía yo que había algo raro con ellas.
Es difícil hablar de mí misma cuando pretendo mantener el anonimato, pero bueno, veré qué puedo hacer. Podría decir que tengo una personalidad muy similar a la de Lucrecia, los/las que hayan leído “Me niego a ser lesbiana” entenderán a qué me refiero, soy una máquina de decir estupideces y a veces lo hago incluso cuando tengo que estar seria… o en momentos íntimos, no hay nada más “corta-mambo” que hacer reír a la otra persona en pleno acto… pero es algo que no puedo evitar, es más fuerte que yo.
Además de la estupidez, tengo otras cualidades; me considero una persona muy analítica, suelo observar mucho a las personas que me rodean y aprendo de ellos/ellas tanto como puedo. Esto lo contrarresto con altas dosis de impulsividad; sin embargo no soy ni la mitad de promiscua de lo que los lectores de mis relatos deben pensar que soy, y espero estar rompiéndole las fantasías a más de uno/a al decir eso.
Me fascina leer, siempre me apasionó sumergirme en el mundo de los libros y a eso debo mi gusto por la escritura, leí más de lo que viví ya que siento que al leer viví muchas vidas. Ahora lo estoy sintiendo de forma inversa, al escribir siento que estoy creando esas vidas, hay personajes que viven en mí y de los cuales no me voy a poder desprender nunca, inclusive he aprendido de ellos, al ponerme en sus cabezas.
—¿Piensas que te será difícil darle final a algunas series y cerrar así las historias de esos personajes?
No me preocupan tanto los finales, sino los caminos que llevan a él. Soy una persona que valora más el camino que se recorre que el punto de partida o el de llegada. Justamente hace poco le decía a uno de mis lectores que considero que el final es uno más de los sucesos que ocurren dentro de una historia, con la diferencia de que luego ya no se cuenta más nada. No me gustan los finales en donde TODO cierra o concluye, son antinaturales, ya que no considero que en la vida real haya “finales”, nunca los hay, la historia siempre continúa de alguna u otra forma, así sea con otro “protagonista”. Como dice una canción de The Who que me encanta: “Cada final en mi vida es una puerta abierta”.
Puede que algunos de los finales que tengo en mente, desilusionarán a algunas personas, pero es mi propia forma de ver las historias, me hartan los clichés hollywoodenses, si bien debo haber caído en miles de ellos, inconscientemente, cuando trabajo a conciencia me gusta evitarlos o destruirlos, esto es algo que le admiro mucho a George R.R. Martin, el escritor de “Canción de Hielo y Fuego” (Juego de Tronos, Choque de Reyes, etc.), él sinceramente se caga en esos clichés y pone en sus historias un realismo crudo, desgarrador e incluso, desorientador, sé que cada día estoy más influenciada por escritores como él, aunque me mueva en un terreno tan diferente (y a un nivel literario sumamente distante, cualitativamente).
Personalmente me gustan los finales que sorprenden, pero especialmente me gustan cuando me dejan reflexionando, intentando tapar esos huecos que pudieron haber quedado, así que puede que los finales que elija para mis series tengan mucho de esto.
—¿Saben las personas de tu entorno que escribes relatos eróticos?
La mayoría no sabe nada y ni siquiera se lo imaginan, mantengo mi vida sexual y mis relatos eróticos muy al margen de la mayor parte de la gente que me rodea; sin embargo desde que comencé a escribir hasta el día de hoy, hubo muy pocas personas que supieron de mis relatos y los leyeron sabiendo quién soy; pero han sido personas en las que confío mucho y a las que puedo contar con los dedos de una sola mano (y me sobrarían dos).
—¿Qué sientes cuando escribes tus relatos? ¿Cómo los vives?
Intensamente. Suelo imaginar de forma muy vívida las escenas, me meto en la cabeza de los personajes, intento pensar como ellos, es un gran ejercicio, especialmente cuando el personaje difiere mucho de mi propia forma de pensar. Es como ser otra persona por un instante, o como vivir una vida en la que yo tengo control absoluto de lo que va a pasar, así sea que a veces haga que pasen cosas malas, yo elijo lo que pasa. A veces los acontecimientos surgen de forma tan espontánea mientras escribo que yo misma me sorprendo, me cuento historias a mí misma para después poder compartirlas con quien quiera leerlas.
—Nombra algo que jamás harías que sí ha hecho un personaje de tus relatos.
Esa es fácil, tener relaciones sexuales con algún familiar. Muchos de mis personajes lo hacen, pero yo no lo hice ni lo haría. Considero que el Amor Filial puede ser interesante y entretenido en las fantasías, pero no me gusta en la realidad. Esto es algo que le vengo diciendo a muchos lectores desde hace mucho tiempo, especialmente a aquellos que me han pedido consejos para poder intimar con un familiar cercano: Hay que saber separar la fantasía de la realidad.
—¿Qué consejo les das a tus lectores para que puedan intimar con sus familiares en paz?
No doy ninguno, siempre que me han preguntado por eso dije lo mismo: “No te bases en lo que lees en un relato erótico, porque ahí todo está escrito para que salga bien, en la vida real las cosas no ocurren así”. No apoyo el Amor Filial dentro del plano de lo real, si escribo este género es para que las personas puedan canalizar ese sentimiento que tal vez lleven guardado y así evitar que deseen intimar con algún familiar cercano; ahora, si alguno lo entiende al revés, es porque no tiene noción de lo que es realidad y lo que es ficción. Siempre digo que alguien puede leer “El silencio de los Inocentes” y maravillarse con Hannibal Lecter, pero eso no quiere decir que vayas a salir a comer gente.
—¿Qué es lo que nunca harían tus personajes de relatos?
 Una de las cosas que tal vez nunca haría uno de mis personajes (al menos los principales) es fumar; odio el cigarrillo y lo considero un vicio muy molesto que no aporta absolutamente nada bueno. Sé que muchos fumadores con sólo ver a otra persona fumando o leer que alguien lo está haciendo, ya le dan ganas de fumar; por eso intento no fomentar ese vicio intentando mantenerlo lejos de mis relatos.
Ahora, si una persona tiene algún tipo de vicio con el sexo y leer mis relatos le provocan cosas extrañas, entonces sugiero que busque ayuda profesional, ya que no puedo hacerme cargo de las patologías y los vicios de todas las personas que me leen.
—¿Tu relato propio favorito?
Bueno, varias veces dije que mi serie de relatos favorita (de las que yo escribí) es “Me niego a ser Lesbiana”, sin embargo me preguntaste por un relato individual, así que podría decir que mi favorito es el Capítulo 16 de “Me niego a ser Lesbiana”. Estuve planeando mucho tiempo ese capítulo (cosa que no suelo hacer) y me quedé muy conforme con el resultado. También quedé muy conforme con el Capítulo 21 de esta serie, por las mismas razones que el que nombré antes.
—¿Cuál es en tu opinión tu relato menos atractivo?
Esta pregunta es difícil de responder, hay gente que dice que no puede “querer menos” a alguno de sus relatos porque son como sus hijos, pero en mi caso no es así, yo suelo tener una ambivalencia constante con mis relatos, a veces los amo y otras veces los detesto, especialmente cuando vuelvo a leerlos después de mucho tiempo. No puedo nombrar un solo relato de los que considero los peores porque hubo varios que fueron desastrosos, de hecho llegué a borrarlos o directamente no publicarlos, pero eso me pasa con los relatos que escribía en mis inicios, no tanto con los que escribo ahora, ya que ahora tengo un enfoque mucho más claro de lo que me gusta y lo que no me gusta de mis propios relatos. Por esta razón estoy intentando hacer una especie de reedición de algunos de mis relatos más antiguos.
—¿Te gustaría ver tus relatos publicados en un libro?
No todos, solamente “Me niego a ser Lesbiana”, por ahora. Sé que a esta historia hay que corregirle un millón de cosas, y lo estoy haciendo en una nueva versión extendida, pero ya la considero mi “primera novela” con todas sus fallas y aciertos, es la primera vez que llegué a pensar una serie de relatos como una novela propiamente dicha. Lo más irónico es que nació como una serie de relatos cortos, pensé que iba a tener 7 capítulos, como mucho, pero luego se hizo más y más extensa. Por eso es que los primeros capítulos mucho no cuadran con esa atmósfera de novela, pero gradualmente sí se va convirtiendo en una.
—¿Cuándo podríamos esperar esa versión extendida? ¿Sería un relato extenso con todos los capítulos incluidos?
Prometo tener lista la nueva versión antes de que vuelva a pasar el cometa Halley. En un principio la idea de la nueva versión es darle mayor trasfondo a la historia y a las actitudes de Lucrecia, explicar mejor por qué ella actúa de esa forma, los primeros capítulos van demasiado rápido ya que fueron pensados para una serie corta, por eso son los que más cambios van a sufrir, pretendo que el tiempo de evolución de Lucrecia sea más lento y gradual. Habrá escenas completamente nuevas, así que quienes hayan leído la versión original podrán disfrutar mucho de la nueva, porque se encontrarán con cosas nunca vistas; pero la historia general seguirá siendo la misma, no pretendo alterar el hilo original, sólo hacerlo más prolijo y extenso. También quiero darle más participación a personajes que me gustan, pero que no han tenido muchas apariciones, como Abigail, la hermana de Lucrecia.
—¿Cuántos accesos tienes registrados, ahora mismo, en tu cuenta de autora?
Una imagen dice más que dos millones cuatrocientas cuarenta y tres mil setecientas diez palabras.

Cuando vi tamaños números empecé a reírme como un cabrón mientras todo a mi alrededor giraba demencialmente. Definitivamente, la bebida y las uvas tuvieron que ver.
Al despertarme de mi desmayo, ya no oía la música rimbombante ni sentía el calor infernal del club “Afrodita”, al contrario, solo sentía la comodidad de una cama mullida. Cuando abrí mis ojos, noté que estaba en un cuarto pequeño y humilde que dejaba colar la luz del sol por la ventana.
Una dulce monjita me quitó el paño húmedo de la frente mientras me animaba a levantarme. “¿Este es el paraíso?”, pensé obnubilado por la belleza de aquella muchacha de rostro angelical. “Dale, boludo”, me dijo con acento argentino. “ Te están esperando”.
Me levanté tratando de acomodarme los pensamientos; la mujer que me esperaba en los pasillos no era sino Nokomi, quien aguardaba pacientemente para caminar juntos por los pasillos del convento y así continuar la entrevista que dejamos atrás.
—¿Cuál es el significado de la vida, Nokomi? —pregunté para que las monjas que nos miraban no sospecharan que éramos autores de un sitio guarro.
Eso tal vez se lo deberías preguntar a Anabella (la monjita de “Me niego a ser Lesbiana”), ella debería estar mucho más interiorizada en el tema y además tiene línea directa con Dios, a mí ya no me responde los llamados.
Estoy segura de que ella respondería algo como: “No vinimos al mundo a cuestionarnos por qué estamos aquí, sino para que la estadía nos aproxime más a Dios”.
A lo que Lucrecia respondería: “Para eso y disfrutar de la intimidad que podamos tener con las personas que amamos. Mirá Anita, ahí tenemos una cama... ¿no te sugiere nada?”
—¿Qué crees que te impulsó a continuar con tu serie “Me niego…”  más de lo que tenías previsto?
Dos cosas, primero el cariño que le tomé a los personajes, especialmente a Lucrecia y Anabella; segundo, la cantidad de ideas que se me ocurrieron para aportar a la historia, muchas de las cuales descarté, por falta de lugar o porque no eran demasiado relevantes para la historia; pero las que se mantuvieron intactas me divirtieron mucho y supe, gracias a los comentarios que me dejan, que también otras personas las encontraron igual de entretenidas.
—¿Tienes una anécdota que contar con respecto a la creación de tus relatos?
En realidad anécdotas tengo miles, el tema es que no sé si quiero contarlas. Dejame pensar, alguna se me va a ocurrir.
Podría contarte de una vez que me enteré que una chica (de la cual no me acuerdo el nombre) comenzó a publicar mi serie “Me niego a ser Lesbiana” en una página de Facebook dedicada a las lesbianas. Suelo ser irritable, lo admito, pero esta chica me llevó a un límite de irritación que pocas veces me ví, hasta tenía ganas de darle una patada al monitor, ya que la susodicha no sólo estaba publicando mi historia sin permiso sino que también firmaba con su nombre y en los comentarios aseguraba ser ella la autora.
Analizo mucho la mente humana (es uno de mis mayores hobbies), pero te juro que no logro comprender cómo es que la gente llega a hacer este tipo de cosas ¿Qué es lo que ganan? ¿Que les alimenten el ego por algo que SABEN que no hicieron ellos? ¿Mendigar un poco de atención por haber copiado y pegado un texto? Resulta bastante enfermizo, me enfurece mucho y ese tipo de actitudes sacan lo más violento de mí, me llenan de rabia y siento que puedo explorar en cualquier momento…  ¿Vieri?... ¿Vieri, dónde estás? Che, ya podés dejar de esconderte detrás de esa monja, no te voy a golpear… siempre y cuando no me des motivos.
—¿Acá no hay guardias como en "Afrodita" o qué?
En fin, como te decía, me encariño mucho con mis relatos y me jode bastante que alguien pretenda apropiarse de ellos.
Después tengo otra anécdota que es a la inversa de la anterior e incluye la misma serie de relatos, esta vez me encontré con una vil acusación de parte de un sujeto al cuál no quiero nombrar (fue Silvade) quien me acusó de haber plagiado su idea.
Ya, en serio, la gente se va a pensar que odio al pobre Silvade, mejor cuento las cosas como realmente fueron, a pesar de que no haya tanto dramatismo en ello. Cuando él comenzó a leer “Me niego a ser Lesbiana” me dejó algunos comentarios diciéndome que la serie le gustaba, pero de pronto me pone en un comentario que estaba bastante enojado conmigo, cuando le pregunté (por mensaje privado) por qué estaba enfadado, me dijo que él tenía en mente hacer una historia sobre lesbianas que incluyera un ambiente universitario, una familia conservadora, jóvenes amigas, etc. y que al leer la serie que yo estaba publicando se encontró con que había varias similitudes con la historia que él tenía en mente y que incluso (según sus propias palabras) mi relato le parecía mucho mejor que el que él estaba haciendo.
Esto jamás lo pude comprobar porque él nunca me permitió leer ni siquiera un borrador de dicho trabajo, tal vez su historia era mejor o bien le hubiera gustado a un público diferente, pero esto me pareció bastante curioso ya que a mí también me ha pasado con anterioridad eso de tener una idea y luego enterarme que ya se escribió algo al respecto; de hecho me pasó con “Misery” la gran novela de Stephen King, antes de leerla yo tenía ganas de hacer una historia en la que un fanático (o fanática) secuestrara a su ídolo lo tuviera en cautiverio. De momento descarté esa idea, por razones obvias, y si algún día llego a escribir un relato erótico sobre esto al menos tendré la consideración de decir que está inspirada en la novela de King (la cual es muy buena y la recomiendo a todos aquellos que aún no la hayan leído).
—A mí me agrada Silvade. ¿Si tuvieras que matarlo, con qué objeto contundente lo harías?
 ¿Por qué matarlo cuando puedo drogarlo, secuestrarlo y tenerlo a mi merced? Incluso así tal vez hasta pueda hacer un poco de justicia por todo lo que hizo sufrir a la pobre Bianca.
—¿Tus relatos favoritos de la web? Dime tres.
Esto es medio difícil de responder, sé que en la web existen muchísimos relatos excelentes y escritores que se destacan muchísimo y que me sorprenden, pero no suelo leer muchos relatos y cada vez que empiezo alguna serie dejo de leerla, por falta de tiempo y no de interés. Cuando estoy leyendo un relato me dan ganas de ponerme a escribir, esto también me juega en contra, pero no quiero dejar la pregunta sin contestar, así que mencionaré tres de los relatos que más me gustaron:
“I Love Dublin” (de Moonlight): No he leído demasiados relatos lésbicos en TR ya que la mayoría tienden a aburrirme con historias de amor “rosa”. Esta temática me fascina, pero sé que al menos hay dos tipos de lectoras de relatos lésbicos, las que disfrutan de amores eternos y jodidamente empalagosos, y las que preferimos el morbo. Este relato tiene la particularidad de contar una linda historia de amor sin abusar de pinceladas rosas y, cuando cae en el sexo, lo hace de una forma bastante contundente y atractiva. Hasta el momento es mi relato lésbico favorito dentro de TR.
Atrapada en el Concierto” (de Lydia): Hay ambientaciones o situaciones “clichés” en los relatos eróticos, que suelen atraer a gran número de lectores, el problema es que en la gran mayoría de los casos estas historias con “clichés eróticos” son desarrolladas de una forma bastante pobre, o pésima. Sin embargo ese no es el caso de este relato, me gustó mucho la forma en la que Lydia manejó la narrativa erótica, haciéndola cada vez más candente. Puede que haya muchos relatos sobre sexo en conciertos de rock, pero hasta el momento este es el mejor que leí, por mucho. Le tengo cierta estima este relato ya que lo leí una vez, hace muchos años, cuando recién daba mis primeras vueltas por TodoRelatos, y luego, después de bastante tiempo, me topé con él por casualidad y volví a disfrutar de su lectura.
La cabeza del Mono (1) (de Alex Blame)”: No sé si será trampa mencionar una serie en esta lista, pero me voy a centrar particularmente en el primer capítulo, ya que es el que sirve de introducción para la misma. Tenemos a un tipo que sufre un terrible accidente y de pronto se despierta, sano y salvo… dentro del cuerpo de una mujer. No es magia, es ciencia. Esto es algo que la ciencia lleva desarrollando (de manera clandestina) muchos años, el tema del traslado de cabezas o cerebros. Me pareció genial que Alex Blame haya tomado esa idea para hacer una serie de relatos eróticos y me gustó mucho la forma en la que la desarrolló. Confieso que aún no terminé de leer la serie, pero tengo pensado hacerlo.
—¿Qué debería tener un relato erótico para que te guste?
Esto más o menos ya lo respondí en una pregunta anterior, pero aquí lo voy a sintetizar mejor. Lo que más me gusta es que tengan algún punto de tensión morbosa, algo que rompa un poco con los esquemas convencionales del sexo. Después me gusta que la historia sea llevadera y entretenida, que pueda encariñarme un poco con los protagonistas y conocerlos. Por último, me gusta que se dé mayor importancia a los momentos previos al sexo, a los juegos previos, esto me parece mucho más erótico que el sexo en sí.
La “mecánica sexual” se disfruta en el sexo real o en algún video porno, por eso los relatos tienen que ir más allá de eso, dar algo que lo otro no suele dar, una interesante y erótica forma de llegar al sexo. Me gusta que esto sea de forma gradual y casi accidental, no importa si todos los lectores saben que se va a terminar en sexo (si vamos al caso esa es la idea general), lo que me gusta es que se juegue con las ganas del lector, que se le vaya dando de a poco motivos para ir calentándose y que no se rompa esa magia erótica que se forma cuando los protagonistas no dicen “Quiero cogerte”, “Vamos a follar”, “¿Me la chupas?”, etc.
Prefiero que se vaya dando todo como si fuera meramente casual y que siga un flujo natural. También me gusta que me sorprendan un poco con algunas cosas. Todo esto es lo mismo que trato de meter en mis propios relatos, por eso puedo decir que en primera instancia escribo para mí misma, escribo lo que me gusta y ese es mi parámetro. Si consigo que la historia me guste y me parezca excitante, entonces perfecto, considero que el relato está bueno.
—¿Quiénes son tus autores favoritos? Otros tres.
He leído varios autores/as que me han gustado mucho, pero si tengo que elegir solamente a tres para poner en mi podio (aunque sin que estuviera ninguno por encima del otro) elijo a:
Alex Blame, por su originalidad a la hora de elaborar tramas. Tiene muchos relatos publicados en los cuales se pueden ver las categorías más diversas, desde ciencia futurista hasta apocalipsis zombies (esa serie aún no la leí pero hace rato que le tengo ganas).
Silvade, por saber mezclar tan bien la serie erótica con la de detectives (o policial). Con su serie sobre Laula Lupo me sorprendió mucho, nunca había leído un relato erótico similar y justamente él combinó dos de mis géneros favoritos.
Vieri32 (tal vez te suene el nombre de este muchacho). ¿Qué es lo que veo, a caso te estás sonrojando por algo que dije… o será por estar pensando en alguna monjita en particular? En fin, a Vieri tengo que incluirlo porque me gusta mucho su forma tan prolija de narrar y especialmente la manera que tiene para describir épocas pasadas, tan lejanas en la historia y en la geografía. Su serie Legión, que incluye ángeles, me gustó mucho por estas razones.
—¿Cómo te tomas los mails de los lectores que recibes? ¿Hay de todo, no?
Creo que esa expresión lo explica todo “Hay de todo”. Realmente es así, me he encontrado con gente con la que vale la pena charlar, con las cuales he intercambiado muchos mensajes, y también me he topado con gente realmente despreciable o enferma. Incluso con un par de personas que creían que por algún mandato divino de un dios hecho de cartón, tenían derechos sobre mí, tanto a exigirme cosas (como publicar cierta clase de relatos) o hasta enviarles fotos e información mía. Otros directamente me enviaban foto de sus partes íntimas luego de decir “Hola”, no hablo solo de hombres, mujeres también. Esto no me agrada, no me causa ningún morbo ni interés estar viéndole las partes a personas que no conozco, el morbo viene cuando ya sé quiénes son esas personas y es algo que suelo reservar para mi vida “real”.
—¿Qué importancia le das a los comentarios a tus relatos?
Depende de quién los deje. Hay lectores que solamente dicen “Me gustó” o algo similar, eso me da una leve pauta de que a alguien le gustó el relato, pero nada más. Luego están los que se esmeran más en responder, me gusta leer con atención esos comentarios y presto atención a las cosas que me marcan, ya sean cosas que gustaron o que no gustaron y luego intento evaluar por qué pudieron gustar o no. En realidad no hago modificaciones de forma consciente basándome en los comentarios, pero algunas cosas me quedan en el inconsciente y tal vez aparezcan en otro capítulo o relato. Me gustan, especialmente, los comentarios en los que intentan adivinar lo que ocurrirá luego en alguna historia porque me hace ver cuán predecible puede ser alguna de mis series, hasta ahora no han acertado ni una sola vez y eso me tranquiliza. A veces pregunto a algunos de los que me escriben por privado qué piensan que ocurrirá luego o cómo creen que va a terminar cierta historia, y ya tengo pensado todo lo que queda de “Strip Póker en Familia” y “Me niego a ser Lesbiana” y por suerte puedo decir que dudo mucho que sepan lo que va a ocurrir.
—¿Cómo te tomas las críticas?
¡Ah! ¡Viniste filoso! Bueno, tengo que reconocer que en un principio no me tomaba muy bien las críticas, aunque no todas, sino sólo algunas de ellas, las que yo consideraba más agresivas. Me molestan las críticas prejuiciosas que no aportan nada, he tenido varias de esas y me enojaba mucho, contestaba con enojo y recibía más enojo a cambio. Sin embargo esto me llevó a evaluar mejor mi temperamento y ya no me las tomo mal, especialmente si vienen hechas con buena onda y con buenos fundamentos y opiniones, también dejé de contestar mensajes cuando estoy enojada, los leo me enojo, rompo todo y luego me tranquilizo (tengo un temperamento bastante efervescente), una vez que estoy tranquila vuelvo a leer todo el mensaje y lo contesto con calma, intentando no ser agresiva. Eso me ha dado muy buenos resultados e incluso llegué a demostrarle a algunas personas que no soy como ellos consideraban que era y que mi única intención es compartir los relatos que escribo para que los lectores los disfruten, me encantaría poder publicar todo lo que tengo sin terminar, pero bueno, eso es bastante difícil cuando no se tiene tiempo para escribir.
—Estrellitas. ¿Qué tanta importancia les das a las valoraciones?
Al principio me gustaba ver si un relato recibía buenas calificaciones o no, porque me daba una pauta de lo que le gustaba a los lectores y que no, me pone contenta cuando un relato recibe buenas valoraciones porque me da a entender que la gente lo disfrutó, pero también llegó un momento en el que me di cuenta de que hay ciertos usuarios que no tienen nada que hacer y empiezan a poner votos negativos indiscriminadamente y sin fundamentos, por eso dejé de darles tanta importancia, sin embargo me pone contenta que, en la suma general, tenga un buen promedio de calificaciones, me da a entender que muchas personas disfrutan de mis relatos y eso es un inmenso incentivo para seguir escribiendo y publicando.
—¿Qué consejos nos das para escribir un buen relato erótico?
Esto de los consejos se toman o se dejan, puedo dar mil consejos que no servirían para nadie o uno solo que sirva para miles de personas. Los consejos son totalmente subjetivos y responden a las experiencias personales de cada uno, sin embargo a veces ahorran tiempo. Hasta tengo pensado escribir un texto con algunos consejos que yo daría a quienes quieran escribir relatos eróticos, así que no voy a adentrarme mucho en esto ahora, pero al menos puedo decir que si alguien quiere escribir (lo que sea) entonces que lea mucho a los escritores profesionales, aquellos que ya han pasado por un corrector y un editor, se aprende mucho de ellos.
Para los relatos eróticos en particular puedo decir que nunca se olviden de que la meta principal es el erotismo, por eso mismo se llaman “relatos eróticos”. Se pueden hacer tramas geniales, pero si se olvida la parte erótica entonces ya estamos hablando de una historia de otro estilo. Hay que saber cómo y dónde incluir las escenas eróticas, a veces el sexo pasa a un segundo plano y el lector se concentra más en la historia en general, pero en algún momento se llevarán una sorpresa y terminarán excitados.
—¿Qué proyectos puedes adelantarnos para el futuro?
Tengo pendiente publicar algunos relatos que comencé a preparar para el Ejercicio y por culpa de otras obligaciones que ocuparon todo mi tiempo, no pude completar. Inicie unos tres relatos diferentes con la consiga “La apuesta” que se planteaba en el ejercicio y no quiero dejarlos en la nada, porque me gustaron. Eso sí, cuando los publique diré que parten de la idea propuesta en el ejercicio.
Sé que me meto en un gran lío al decir esto, pero estoy planeando una especie de secuela para Strip Póker, no sé si será una continuación, propiamente dicha, pero sí retomaré la historia con uno de los personajes (de momento no diré cuál).
Algo muy similar planeo para “Me niego a ser lesbiana” aunque esto sí será una secuela, ya que retomará muchas de las cosas de la historia de Lucrecia. De todas formas faltan como un millón de años para que comience a publicar todo esto, aún tengo que terminar lo que está pendiente. También tengo pendiente la continuación de “Ayudando a Mamá”, tengo algunas ideas que me gustaron mucho para esta serie y lamento no haber comenzado con ella. Esta manía de hacer continuaciones se debe a que me encariño con personajes y me cuesta dejarlos, pero bueno, toda historia también debe terminar alguna vez.
Tengo muchos borradores con diversas ideas e incluso relatos que ya comenzaron a escribirse y corregirse. Comencé una serie con la idea de cubrir todas (o casi todas) las categorías de TR, ya escribí algunos capítulos, pero preferiría esperar a tener más antes de comenzar a publicarla.
Por último, tengo pensado publicar algunos relatos que estoy escribiendo en forma conjunta con una personita que es muy especial para mí, a ella también le apasiona escribir relatos eróticos y nos dimos cuenta que coincidimos en muchos puntos de vista a la hora de desarrollar una historia, de momento estoy disfrutando mucha la experiencia que me da hacer esto y espero que luego los lectores puedan disfrutar al leer estos relatos que, posiblemente, estén publicados en una cuenta con un nombre diferente (el cual avisaré).
—Sobre TR, ¿qué es lo más positivo que puedes destacarnos?
Lo positivo sería la cantidad de gente que accede a la web, es como un inmenso centro de relatos eróticos con miles de visitantes diarios. También me gusta mucho que los relatos estén ordenados por categorías, pero la organización podría ser mejor, ya que al haber TANTA cantidad de relatos, se hace cada vez más difícil acceder a aquellos relatos que van quedando atrás en el tiempo.
—¿Y los puntos negativos?
Lo negativo sería el ambiente hostil que se suele ver. Por suerte esto no pasa siempre, pero es sabido que suelen haber largas y duras discusiones entre distintos usuarios por los motivos más diversos que se puedan imaginar. Inclusive hay usuarios que sólo entran a atacar gente, por alguna razón patológica. No digo lo de patológico en modo despectivo, lo digo en sentido real, he visto mucha gente dejar claras evidencias de sus patologías a través de los mensajes agresivos e insultantes que dejan, especialmente en la insistencia en dejar esta clase de mensajes.
Esto no se soluciona poniendo un ejército de moderadores y censuradores, sino que se reduce a una sola palabra: Tolerancia. Esas personas que gustan de hacer comentarios agresivos deberían ser más tolerantes con el escritor o lector al cual se estén dirigiendo y comprender que una diferencia de pensamiento no quiere decir que el/ la otro/a esté equivocado/a, y por desgracia hay que ser igual de tolerantes con estas personas y entender que sólo usan el anonimato que les da la red para atacar gente que no conocen y así poder canalizar alguna problemática interna que no pueden canalizar en su vida cotidiana.
Las canalizaciones no sólo van por parte de aquellos que usan la web para atacar personas que ni siquiera conocen, sino que aquí incluyo a todos los escritores, que buscan canalizar algo que en sus vidas “reales” tal vez no puedan hacer o fantasías que sólo habitan en su mente como fantasías. Me incluyo a mí misma en eso, Nokomi me sirve para canalizar muchas cosas que no podría hacer en mi vida real, con esto quiero decir que lo que escribo son meras fantasías y que tampoco quiero llevarlas a cabo, me basta con exponerlas por escrito.
—¿Qué propondrías tú para mejorar la web?
Una mejor organización para los relatos y una interfaz que sea de este siglo, al menos. Es una página que se ha quedado en el tiempo. Otra cosa que sería útil es que se puedan contestar mensajes y que la persona a la que se le respondió, se le avise; o que se puedan seguir autores (esto ya se puede) y que al seguirlos avise cuando éstos publican nuevos relatos. También estaría bueno que los autores tengan un sector para “dar noticias” en su muro y que esto puedan verlos aquellos que lo siguen. Por ejemplo, que allí se pueda anunciar la próxima publicación de un relato o cualquier otra cosa.
—Si TodoRelatos fuera un campo de fútbol, ¿tú serías Messi?
¿Ah sí? ¿Y dónde están mis millones de dólares, mi mansión, mi auto deportivo y mis balones de oro? ¡LOS EXIJO!
Ya, hablando en serio, creo que estamos comparando caviar con maní salado... hay gente que va a preferir el maní salado, pero de ahí a que tenga la fineza y calidad del caviar, es oooootra cosa.
Me sorprende mucho la aceptación que han tenido mis relatos en la web y la cantidad de lectores que han pasado por ellos, pero soy muy consciente de lo mucho que me queda por mejorar y aprender.  Aprendo y evoluciono constantemente y creo que eso es lo más importante en cada tarea que una se proponga en la vida. 
—Tienes muchas series en desarrollo. ¿Cómo sorteas el agobio de escribir para tantos frentes?
¿Y quién dijo que lo sorteo? Me gustaría detener el tiempo, terminar de escribir todo, y poder publicarlo YA; pero la última vez que intenté hacer esto me di cuenta de que no se puede detener el tiempo... fue bastante frustrante.
Tal vez debería dejar de iniciar publicaciones nuevas, pero no puedo, a mí me gusta escribir pero no de forma ordenada, escribo lo que quiero y cuando quiero, es mi principal condición, si no la cumplo entonces no avanzo con nada. No sé si podría escribir de otra forma.
—Me niego a ser lesbiana. ¿Qué te impulsó a crear esta serie?
El título, que fue lo primero que se me ocurrió. Estaba pensando en lo mucho que pueden discriminar a las lesbianas en la sociedad y me dije: “Es lógico que una chica se niegue a ser lesbiana, con el mundo que le espera”. Así que el título hace referencia (y lo digo ahora porque algunos no lo han comprendido) a todas las negaciones que existen hacia todas las mujeres con inclinaciones lésbicas, las que vienen de adentro y las que provienen de afuera. Además hace referencia a un personaje en particular, que no es Lucrecia, quienes hayan leído la serie ya sabrán de quién estoy hablando.
—Noto que constantemente juegas con la temática religiosa y el conflicto que acarrean las relaciones prohibidas. También se percibe esto en tus otros relatos, el conflicto de hacer lo prohibido. Entonces, ¿te atrae y divierte lo tabú, pues?
Claro, esa es la temática principal de todos mis relatos, el tema tabú, aquello que rompe o busca romper con los estándares de la sexualidad. No disfrutaría escribir un relato que no venga con algún dilema ético y moral como trasfondo.
—¿Esperabas esa respuesta tan positiva de parte de la comunidad de lectores de “Me niego a ser lesbiana”?
La verdad es que no, antes de comenzar a escribir esta serie sabía que la cantidad de lectores de relatos lésbicos es muchísimo menor que la cantidad de personas que leen “Amor Filial” u otras categorías, sin embargo me encontré con un gran número de lectores, tanto en TodoRelatos como en otras de las páginas en las que publico.
Tal vez esto se deba a que no me quedé en la historia lésbica típica donde sólo se busca narrar una historia de un amor eterno y donde todo es romance, sinceramente a mí me empalagan esas historias, suelen desvirtuar mucho la verdadera contradicción de sentimientos que pueden existir en una persona, especialmente si pretende relacionarse con personas del mismo sexo. En la nueva versión que estoy preparando de esta serie pretendo explayar mucho mejor estos conceptos y espero que tenga la misma aceptación con la que se está leyendo ahora mismo en la web.
—Dado que tienes una serie en “Lésbicos” y otra de igual éxito en “Amor Filial”, al ser historias de un enfoque diametralmente distintas la una de la otra, ¿surgen dos tipos de lectores distintos que te escriben?
Al principio sí, eran lectores o lectoras completamente diferentes, la mayor parte de quienes leían “Me niego a ser lesbiana” eran mujeres y era muy raro que éstas se pasen a leer mis series de “Amor Filial”; pero con el tiempo esto fue cambiando mucho y los lectores y lectoras se fueron homogeneizando, muchos de aquellos que me conocieron por mis relatos de “Amor Filial” le dieron una oportunidad a “Me niego a ser lesbiana” y se han enganchado con esta historia, ya que más allá de la temática lésbica, está escrita para ser entretenida y llevadera. Así que ahora me encuentro con muchos lectores que me atormentan con que siga las dos historias que aún tengo pendientes.
—¿Qué es lo que crees que hace a Lucrecia un personaje tan atractivo para el lector?
A mí me sorprendió bastante la aceptación que tuvo Lucrecia, mucha gente me ha dicho que la principal razón por la que leían “Me niego a ser Lesbiana” era por ella. Creo que lo más atractivo de Lucrecia es su personalidad, que a veces raya la total ingenuidad y que otras veces puede ser muy sabia y perceptiva. Otra cosa es que, como todo ser humano, tiene contradicciones, aciertos y equivocaciones. Como la frutillita del postre está su incontenible sentido del humor y esa patológica impulsividad que la hacen tan especial.
 Me gustó ver “nacer y crecer” a Lucrecia, ya que nunca fue previamente diagramada, su personalidad se fue construyendo sola a lo largo de los capítulos, esta es la forma en la que construyo todos mis personajes, pero Lucrecia es una de las más complejas, junto con Anabella... y bueno, ella una monja dentro de una serie lésbica, resulta lógico que venga con una personalidad compleja e incomprendida... incomprendida incluso por los mismos lectores. Algunos que comienzan amándola, luego comienzan a detestarla, y viceversa.
—Te gusta darle un poco de humor a tus historias, y a veces en plenos momentos morbosos…
¿Eso es una crítica? Me encanta el humor, considero que una persona no debe perder nunca el sentido del humor a lo largo de la vida. Hay quienes creen que madurar consiste en volverse serio, yo considero que madurar consiste en saber reírse de la vida.
Nunca decido dónde poner los momentos humorísticos, son todos espontáneos, nunca los planeo y tal como salen, se quedan. Son cosas que se me ocurren en el momento. Sé que a veces podrán quitarle un poco el clima a alguien, pero es mi pequeño guiño hacia los lectores, me gusta jugar con sus mentes perversas. También me pone contenta cuando alguien me deja un mensaje diciendo “Me reí mucho con tal cosa”, ya que la mayoría de los “chistes” que hay en mis relatos, los olvido, entonces de esta forma me recuerdan que están allí y también me dan a entender que si a ellos les causó gracia, entonces puede que a otros también. Si les corta la “inspiración” entonces que se la aguanten, es parte de la cuota a pagar por leer a Nokomi.
—¿Qué puedes decirnos de tu serie “Strip Póker…”? Otra serie con una respuesta positiva. ¿A qué crees que se debe tu éxito entre los lectores?
La respuesta positiva que tuvo esta serie fue una completa sorpresa. La verdad es que es una serie que nunca fue escrita para ser serie, iba a durar un sólo capítulo. Cuando me encontraba publicando solamente “Me niego a ser lesbiana” me dije que tenía que publicar al menos un relato no-lésbico, para que no resultara tan monótono, entonces abrí el baúl polvoriento de “borradores” y me encontré con uno que llevaba guardado casi un año, estaba bastante avanzado y desarrollado, aunque no tenía un final, lo leí y me di cuenta de que tenía cierto potencial, le hice algunas correcciones y lo extendí un poco, y otro poco… y luego un poco más… y otro… y me terminé dando cuenta de que todo no iba a entrar en una sola publicación, así que decidí publicar un fragmento del mismo como “Capítulo 1” y ahí llegó la sorpresa, mucha gente empezó a pedirme que publicara más, creo que subí los primeros cuatro capítulos en pocas semanas, y más gente la pedía; sin embargo mi prioridad era “Me niego a ser Lesbiana”, porque a “Strip Póker” lo veía como un mero relleno, algo secundario a publicar para que no todos los relatos fueran de la misma categoría.
Ahora ya no lo veo tan así y eso se debe totalmente a los lectores que siguen pidiendo continuaciones tras continuaciones, ya tengo 10 publicadas (o apenas 10, depende de cómo se mire) y estoy trabajando en los capítulos siguientes. Me vi obligada en pensar en un final para esta serie y ya sé cuál será, aún faltan 5 o 6 Capítulos para poder concluirla, pero al menos ya tengo un diagrama a seguir. También me reservo una sorpresa bajo la manga para los lectores de esta serie y espero que les guste.
—¿Estás viviendo una especie de pausa creativa en este momento de tu vida?
No exactamente, la creatividad sigue estando, se me siguen ocurriendo cosas para agregar a las series que ya tengo comenzadas e incluso ideas para relatos nuevos. Inclusive ahora me siento mucho más creativa que antes, se me ocurren muchas ideas para relatos, algunas sencillas y otras bastante complejas que requieren mucha diagramación; la pausa se debe solamente a falta de tiempo para sentarme a escribir, de todas formas siempre estoy buscando la oportunidad de volver a publicar y espero que aquellos que lean mis relatos sepan esperar, de todas formas aún les quedan los relatos que ya he publicado, sé que muchos los leen más de una vez.
—¿Qué diferencias notas entre webs como Poringa y Todorelatos en cuanto a relatos y lectores?
Aquí veo grandes diferencias. Los usuarios de Poringa, por lo general, suelen ser más amables; no me preguntes por qué, sólo sé que los son porque se ve con mucha menor frecuencia a alguien insultando o atacando, con esto me refiero solamente a los mensajes públicos. Sin embargo en Poringa está la posibilidad de enviar mensajes privados y ahí me he encontrado con cada cosa... pero bueno, eso ya lo expliqué. Lo que sucede con esa comunidad es que muchos la suelen utilizar para organizar encuentros sexuales (no sé qué tanto les funcionará esto, yo tengo mis dudas) y a veces me molesto mucho al recibir mensajes demasiado directos (ya sea de hombres o mujeres) en los que me piden, sin siquiera saludar, el número de teléfono o ya están planificando algún encuentro. ¿Acaso piensan que hay alguien en su sano juicio que se va a encontrar con un desconocido para tener sexo sin saber NADA de esa persona? Algunos tienen las hormonas tan alteradas que ya se olvidan de las sutilezas y los buenos tratos y se creen que por tener una cuenta en Poringa y publicar relatos eróticos, una ya está dispuesta a ser el juguetito sexual de cualquiera que lo solicite.
En cuanto a los relatos escritos, la mayor diferencia es que en Poringa se utiliza mucho el “les cuento lo que me pasó”. Mucha gente escribe relatos contando alguna experiencia personal y muchos otros pretenden hacernos creer que TODAS esas historias que escriben (por más descabelladas que sean) son reales. Eso también se ve en TR, pero en general es una web que recopila gente que ama escribir y que pretende progresar en la tarea.
En Poringa esta clase de escritores son muy raros.
—Escribes tantas temáticas distintas, y de hecho estás haciendo la Escalada por las categorías de TR. ¿Cómo ves el reto en general y cuál crees que te será la categoría más difícil de escribir?
Como dije antes, estoy escribiendo una serie de relatos que haga por sí sola toda esa escalada, más la escalada en paralelo que continuaré haciendo con mis relatos. También aclaré que no tocaré la temática Zoofilia en ninguno de los dos casos, por lo que ni siquiera voy a decir que ésta sería la más difícil de escribir, voy a limitar la pregunta a cuál considero que sería la temática más difícil de las que SI pretendo escribir. Tal vez el más complicado sea Sexo Virtual, aún no sé cómo hacer una historia que sea morbosa utilizando el Sexo Virtual, esta es una temática que domina muy bien Kimica, escritora argentina, pero yo tendría que hacer algo diferente a lo que hace ella, de lo contrario consideraría que la estoy plagiando. De todas formas ella eliminó esos relatos, porque se cansó de los ataques que recibía en los mismos.
—¿Tendremos más poesías de parte de Nokomi? ¿Fue tu primer intento serio?
Eso fue algo muy espontáneo, se me ocurrieron algunas frases, las puse en forma de poema y así salió; sinceramente no sé nada de poesía y no es un género que me apasione, pero si llego a aprender un poco más de esto, puede que si vuelva con alguna poesía, me gustó la experiencia.
—¿Cómo surgió tu proyecto de historias reales? ¿Tuviste muchas peticiones? ¿Planeas continuarlo en algún momento?
Surgió porque vi que mucha gente quiere contar sus propias historias de sexo y no saben cómo hacerlo, muchos/as terminan narrando de forma tan desprolija que se pierde el hilo, al hablar de esto con una amiga, ella me dijo: “Entonces, ¿Por qué no las narrás vos?”. Lo pensé unos días y después dije “¿Por qué no?”.
Me llegaron muchas más propuestas de las que imaginaba, el problema fue seleccionar algunas entre tantas. La mayoría terminaron descartadas, ya sea por lo absurdas e inverosímiles que eran o por ser poco interesantes. Me fijé en aquellas en las que me resultaba más evidente que la historia era verídica, porque es justamente lo que pretendo ofrecerles a los lectores. Escribí una sola, por falta de tiempo, surgieron imprevistos y no pude seguir escribiendo con la frecuencia que lo hacía antes, pero tengo muchas anotaciones y retazos de otros relatos que corresponden a este proyecto y quiero terminarlos, así que sí, lo voy a continuar. Por el contrario de lo que piensa la gente, a mí no me gusta dejar las cosas sin terminar, podré demorarme, pero en algún momento lo haré.           
Como todo, también trajo su parte negativa, por ejemplo recuerdo que hubo una persona que me contó su experiencia sexual y yo la descarté (de la forma más amable que pude) diciéndole que tal vez para él había sido una gran experiencia, pero que carecía de esa cuota de interés extra que tiene que tener una historia para que merezca la pena ser narrada, en síntesis, hay millones de relatos eróticos (reales o no) que cuentan una historia exactamente igual a la que él me había contado. Al parecer este hombre se enojó bastante por la respuesta negativa y comenzó a decirme que yo no era una verdadera escritora ya que un VERDADERO ESCRITOR escribe cualquier cosa. “¿Cualquier cosa?”, me pregunté yo. Desde mi punto de vista un/a verdadero escritor/a llega a ser bueno/a justamente por evitar escribir cualquier cosa y por dedicarse a trabajar en aquello que sí vale la pena, de lo contrario estaría burlándose o tomándole el pelo a sus propios lectores e insultándoles la inteligencia.
—¿Qué tan diferente te resultó la experiencia de escribir como un hombre maduro y cotidiano en "Confortablemente entumecido"?
No fue tan diferente a otros relatos, me gusta meterme en la cabeza de mis personajes y, aunque en algún relato esté narrando con un personaje femenino, también tengo que pensar como los personajes secundarios que son hombres. Esto de narrar como hombre ya lo había hecho en “Ayudando a Mamá”; si bien prefiero narrar como mujer, porque considero que esto causa más morbo (al menos a mí), siempre que quiero narrar en primera persona analizo quién sería el personaje indicado para narrar la historia, no importa tanto si es hombre o mujer. “Confortablemente entumecido” debía ser narrado por el hombre, porque la historia no hubiera tenido el mismo impacto si me centraba en la mujer. Considero que (hasta ahora) este es el relato más raro que escribí, y por eso le tengo cierto cariño.
—¿Cómo te miró la ginecóloga cuando le pediste consejo para poder estimularte con uvas?
¡Ey! Eso no ocurrió así. No fui a ver a una ginecóloga para preguntarle eso, ya suficiente trauma tienen con aguantar mis explicaciones de por qué estoy ahí. Tuve la suerte de que una ginecóloga se enganchó mucho con mi serie “Me niego a ser Lesbiana” y me contactó por Facebook, cuando una amiga me contó de su mala experiencia con las uvas y de cómo había tenido que extraerlas un ginecólogo, se me ocurrió una idea bastante morbosa para un relato; pero quería asesorarme mejor con el tema, por lo que se lo comenté a la ginecóloga que lee mis relatos, ella me quitó varias dudas al respecto y me di cuenta de lo peligroso que podría ser esto, cualquier objeto cilíndrico y pequeño que se meta en la vagina, podría quedar atascado dentro… muy adentro. Esto me llevó a advertir a mis lectores, a las mujeres para que no lo intenten y a los hombres, para que no se les ocurra introducirles nada de ese estilo a sus parejas.
Muchísimas gracias por responder a mis preguntas, Nokomi, ¿tienes algo que decir a tus lectores?
 Muchas gracias a vos Vieri, por permitirme participar en una de tus entrevistas, me divertí mucho. ¿Qué puedo decirle a mis lectores? Pues lo primero es que les agradezco muchísimo que sigan leyendo mis relatos y que a pesar de que se enganchen con una serie, también le den una oportunidad a mis otros escritos, ya sean viejos o nuevos. También agradezco mucho a aquellos que se toman el trabajo de dejarme sus opiniones o para expresar cómo se sintieron al leer alguno de estos relatos… pero por sobre todas las cosas, agradezco la paciencia que me tienen a pesar de q a veces me demoro mucho en publicar las continuaciones de algunas series. Espero que se sigan entreteniendo mucho con mis relatos y que puedan disfrutar aquellos que publicaré en el futuro.
Relato recomendado: Me niego a ser lesbiana
 



1 comentario:

  1. no sabe que pasó con Nokomi? por qué dejó de publicar?

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