Creo que de todos los autores a quienes entrevisté, esta
argentina a priori me parecía la más inofensiva. De sexo con un sexto sentido, divertidas apuestas familiares, aventuras con amigos y, especialmente, una encantadora y morbosa historia de
redescubrimiento,
Nokomi ha entrado fuerte en TodoRelatos y encandilado a toda una comunidad con
relatos tan cotidianos como morbosos, aderezados de humor y giros de infarto.
Me sonreí mientras me servía de unas uvas de gusto extraño, con lo que escribí en el párrafo
anterior me iba a ganar unos pesos de parte de la autora. Solo esperaba no
meter la pata con las preguntas…
De repente, más allá del gentío que danzaba en la pista, un
montón de hombres que parecían mujeres, y mujeres que parecían hombres, el
local pareció detener su rimbombante ritual nocturno, solo por unos instantes,
en el momento que el fantasmagórico guardia de seguridad le abrió las puertas a una joven
enfundada en ceñido y coqueto vestido amarillo.
Pasmado como estaba, tuve que menear la cabeza para recordar
que estaba allí para una entrevista. La joven avanzó hasta la barra con cierto
aire tímido mientras las personas se abrían paso; no era para menos, aunque su
pinta de dulce amiga y vecina de al lado, se trataba de una de las autoras de
mayor éxito en la página.
No por nada los guardias tenían que intervenir para atajar a
los iracundos lectores que querían ingresar al club. Unos pedían a gritos que
continuase “Strep Póker” cuanto antes, otras exigían un nuevo capítulo de “Me
niego…”. Me atraganté con la uva cuando
vi que tuvieron que sacar a golpes a un lector bastante violento.
“Será terriblero”, pensé.
Pero a ella no parecía afectarle la presión. Y supuse que me
reconoció por mi hábito de Cura cuando se sentó a mi lado en la barra.
Inmediatamente el barman nos acercó sendas copas de “Sex on the beach”,
mientras el gentío se volvía a su rutina de baile vicioso y Nokomi parecía
escanear el lugar con la mirada, tal vez en búsqueda de alguna presa a quien
cazar luego de mi entrevista, o tal vez solo se cercioraba de que no quedase
algún lector violento.
Me estremecí completamente cuando llegó el esperado contacto
visual acompañado de una sonrisa. Nick japo, mitología griega, relatos mimados
y hasta tiene poesías en su haber, madre. Me sentía más nervioso que un gato de
cola larga en un cuarto de sillas mecedoras.
—Hola, Nokomi.
Muchísimas gracias por aceptar la entrevista. Hace mucho que no lo hacía y me
alegra que seas tú.
Hola, Padre, qué sorpresa verlo en un sitio como este. ¿Vino
en busca de alguna monja que se haya corrompido? Para volver a llevarla por el
buen camino, por supuesto. Por cierto, ¿no vio por aquí un muchacho con pinta
de degenerado? Se suponía que tendríamos una entrevista…
—Es gracioso que me
digas degenerado porque creo que soy el autor menos erótico de toda la web
—dije liquidando el Sex on the beach de un trago—. Pero bueno, ¿por qué
"Nokomi"?
La verdad es que me da un poco de vergüenza contar el origen
del nick, y al mismo tiempo me pone nostálgica.
El origen se remonta a una vieja amiga, que temía
experimentar el sexo, pero que debido a mi mala influencia (sí, lo admito, en
cuanto al sexo puedo ser una mala influencia para quienes me rodean) comenzó a
salir más seguido hasta que se animó a intimar un poco más con un chico que conoció
en una discoteca, al principio fueron puros besos pero una noche se animó a
practicarle sexo oral, para ella fue una experiencia muy significativa, lo
disfrutó muchísimo porque siempre se había creído incapaz de hacerlo, se sentía
muy bien por haberse animado.
Fue pasando el tiempo y ella ganando coraje para hacer esto
mismo con otros chicos que le presentaban o que conocía, yo también seguía
haciendo de las mías y ocasionalmente nos poníamos a charlar sobre el tema y a
intercambiar experiencias. Nos teníamos muchísima confianza y nos entendíamos
muy bien. Llegó un momento en el que, con una sola frase nos decíamos si
habíamos intimado con alguien o no, “Hoy comí”, eso significaba que habíamos
tenido suerte, pero también había períodos de sequía sexual en los que decíamos
“Hoy no comí” o simplemente “No comí”, eso significaba que no tuvimos sexo.
Hubo un tiempo en el que esta “sequía” se hizo más extensa de lo habitual y se
hizo muy común la frase “No comí”, tanto que se desvirtuó al No-komi, Nokomi.
Luego llegó una etapa en la que intentamos “reemplazar”
momentáneamente el sexo con relatos, que en su mayoría escribía yo, narrando
mis propias experiencias (las cuales NO publicaré) o siguiendo algunas de las
ideas que ella me aportaba. Por eso el tema de los relatos eróticos se
relacionó con el Nokomi, si no “comíamos”, es decir, no
teníamos sexo, entonces estaban los relatos. El día que creé mi primera cuenta
para publicar relatos, ella misma me sugirió que utilizara como nick Nokomi ya
que parecía nombre japonés, nos reímos mucho y me pareció buena idea dejarlo
así.
—Ya. ¿No es en realidad
un palabro japonés antiguo con significado oculto acerca de la sexualidad del
ser humano o algo así?
No, para nada. Lamento
desilusionarte y desilusionar a los que hayan pensado lo mismo. A veces los
nombres o sobrenombres pueden partir de las cosas más absurdas que se te puedan
ocurrir; pero luego adquieren el significado que la gente le da al asociarlo
con algo. De lo único que estaba segura al momento de decidirme por ese nick es
que no hacía referencia a ninguna palabra en particular (al menos no
textualmente) y que no era un nombre (hasta donde sé), por eso la palabra iba a
ganar su “identidad propia”.
—¿Entonces tus primeras
experiencias con la escritura vinieron de la mano de tu amiga?
Se podría decir que sí. Nunca antes había dedicado tiempo a
escribir a consciencia, intentando dar buenas descripciones para que las
escenas se comprendieran. Creo que mi amiga influyó bastante en mi estilo, ya
que ella me pedía que no apresurara demasiado las cosas y le contara cada detalle,
decía que de esta forma podía sumergirse mejor en lo que ocurría. Así fui
aprendiendo que narrar no es contar. No basta con sólo decir “pasó esto, esto y
esto”; lo importante es permitir que el lector pueda disfrutar de aquellas
buenas escenas y eso mismo evolucionó bastante en mi estilo ya que también
empecé a brindarle la misma atención a aquellas escenas que no incluyan sexo,
pero que también puedan ser entretenidas.
Mis primeras experiencias con la escritura de ficción también
fueron dentro del erotismo y no me costó decidirme por este género ya que lo
disfruto mucho. Comencé a inventar historias para mi amiga, al principio eran
historias sencillas, que sólo iban al sexo y no tenían demasiada profundidad.
Los personajes prácticamente cumplían una sola función: la interacción sexual.
Pero de a poco las historias se fueron complejizando. El verdadero salto llegó
cuando empecé a escribir las historias de Amor Filial, esa idea también comenzó
durante una de las largas charlas que tenía con mi amiga, llegamos a la
conclusión de que a las dos nos excitaban ese tipo de historias, así nació mi
primera serie corta de Amor Filial y el primer relato que publiqué en internet,
“Problemas con mi Hijo”.
—¿Tu amiga sigue
leyéndote? ¿Sabe de los lectores que lograste enganchar con tus relatos?
No, por desgracia ella no llegó a ver el verdadero impacto
que tuvieron los relatos, ella falleció hace unos tres años, a causa de una
enfermedad que tenía desde hacía mucho tiempo. Para mí fue muy duro perderla,
era una persona realmente importante para mí, me hubiera gustado que leyera “Me
niego a ser lesbiana”, al menos. Cuando ella falleció estuve más de un año sin
escribir nada, pensaba dejarlo porque ya no tenía con quién compartirlo, pero
el tiempo pasó y superé la pérdida. Un día entré a Poringa (la única web en la
que publicaba en aquel entonces) y me sorprendió la gran aceptación que habían
tenido mis relatos, particularmente “Vacaciones con mis Amigos”. Todavía no me explico por qué a
tanta gente le gustó ese relato, pero como tuvo muchos seguidores, con el
tiempo, le hice un “remake” corrigiendo varias cosas, pero
dejando la historia prácticamente igual.
—Interesante eso del
remake. Me imagino que algún alma caritativa, humilde y bondadosa habrá ayudado
en tu remake…
¡Ah, sí! No puedo olvidarme de los buenos consejos que me dio
Caronte para hacer la nueva versión… sí, eso es todo… tengo que agradecerle a
él...
—¿Solo ese autor
oxidado? Yo me refería más bien a un alma caritativa que sabe algo gracioso y
llamativo sobre ti y los Caballeros del Z…
¿Eh? ¡Ah sí, sí! Acabo de hacer memoria. ¿Cómo me iba a
olvidar de los buenos consejos que me diste vos para corregir el relato? Esos
consejos me ayudaron a darle un nuevo enfoque a la narrativa. “Vacaciones con
mis amigos” es un relato bastante viejo, de la que considero mi “primera etapa”
en la escritura; ahora más bien diría que voy en una “tercera etapa” y me
alegra ver todo lo que progresé y me entusiasma saber todo lo que queda por
aprender.
Enarqué las cejas, al
parecer di con el punto débil de la autora. Lo confirmé cuando pidió al barman
otra bebida, seguramente buscaba aplacar el nerviosismo. ¿O tal vez empezaba a
acusar la presión de algunos lectores que se colaron en el club y buscaban
sortear a los de seguridad?
—¿Cuáles son tus
inspiraciones, Nokomi?
Cualquier cosa me puede inspirar, ya sea para un relato completo,
para una escena de sexo o simplemente, para una escena cotidiana. He escrito
relatos inspirada en algún video o foto, he escrito relatos inspirada en alguna
anécdota que me han contado (las cuales distorsiono tanto que ya dejan de ser
las anécdotas en sí) e inclusive he escrito inspirada en alguna canción, de
hecho uno de mis relatos se llama “Confortablemente Entumecido” y está
inspirado en la canción “Comfortably Numb”, de Pink Floyd.
A pesar de todo esto, considero que la inmensa mayoría de mis
inspiraciones vienen de mi propia imaginación, la cual nunca se detiene. Suelo
soñar mucho estando despierta.
—¿Cómo encontraste
TodoRelatos?
Encontré la web hace muchos años, en la época en la que aún
recorría la red en busca de relatos eróticos, para leer. Me gustó que se
pudiera encontrar tanta cantidad de relatos, pero con el tiempo me fui dando
cuenta que muchos eran de baja calidad, estaban mal narrados. Otra cosa que
noté es que muchos escritores, a mi parecer, tenían buenas ideas para relatos,
pero las arruinaban por no saber cómo llevarlas, de forma gradual. Arruinaban
la trama adelantando cosas que no deberían adelantar o haciendo muy directa la
forma en la que se llegaba al sexo, básicamente diciendo “Te quiero coger”, no
me gusta usar este tipo de frases, a no ser que sea bien presentada en una
trama que lo amerite y que al leerla cause cierto morbo, de lo contrario
prefiero que el sexo se vaya dando gradualmente.
Eso fue lo que me hizo encontrar mi propio estilo narrativo,
me dije a mi misma: si querés que los relatos sean así, entonces escribilos vos
de esa forma. Después me di cuenta de que si a mí me gustaban, podía haber más
gente que también le gustaran o que estuvieran buscando lo mismo… y bueno, como
dije antes, en ese entonces los compartía con mi amiga, y a ella le gustaban,
así que ya sabía que al menos dos personas disfrutaban con esos relatos.
—Y al final encontraste
una comunidad de lectores bastante grande a quienes les gustaron tus historias.
Miré preocupado a la
marea de fanáticos apenas contenida por los guardias. Amenazaba con dar por
terminada la noche; volaban peticiones de continuación firmadas en las
servilletas, pero la autora, entre respuestas y respuestas, solo se limitaba a
sonreír y guiñar a algunos. Por dentro, me alivié de no tener que llevar esta
sesión en mi pequeña cafetería asuncena…
Una comunidad bastante grande… sí, tanto que a veces abruma
un poco. Al menos sé que los que se han puesto en contacto conmigo me han
felicitado por los relatos, me gusta recibir este tipo de mensajes porque es lo
que me demuestra que, a pesar de que a mucha gente podría no gustarle mis
relatos, sigue habiendo personas que los disfrutan y para ellos seguiré
subiendo mis relatos a la web. También hubo personas que se tomaron a mal mi forma
de publicar relatos o la forma de escribirlos, incluso me acusaron de querer
“engañar” a los lectores y de abusar de la temática de Amor Filial, sólo para
obtener mayor cantidad de lectores.
Nunca entendí estas acusaciones ya que esas personas no me
conocen en lo más mínimo, no saben que yo, en primera instancia, escribo por
gusto propio y que mi género favorito es el Amor Filial, seguido del Lésbico,
se olvidan de la gran cantidad de relatos lésbicos que publiqué y que esos,
dentro de TodoRelatos, tienen una cantidad muy reducida de lectoras. Escribo
las historias tal y como se me ocurren, indistintamente del género que tengan.
—Entonces, ¿qué
importancia tiene para ti la cantidad de lectores?
Mucha, poca, ninguna. Dependiendo de cómo lo mire. Si considero
que escribiría relatos aunque no los publicara o aunque fueran para una sola
persona (cosa que ya he hecho), entonces puedo decir que no tiene ninguna
importancia si me leen. Ahora bien, si tomo en cuenta que el ver que mis
relatos despiertan cierto interés en la gente, entonces podría decir que tiene
un poco de importancia, ya que esto a veces me ayuda a sacar ganas de donde no
las tengo para seguir escribiendo. Si lo veo desde la vereda del otro lado y
considero la gran cantidad de personas que leen mis relatos, entonces podría
decir que esto es muy importante, ya que al ser tan leídos estos relatos pasan
a ganar un “misticismo” propio. Cada nuevo relato que publico puede atraer
nuevos lectores e incluso nuevos tipos de lectores, ya que me gusta variar la
narrativa.
En un principio me gustaba poder publicar los relatos,
incluso pensando que nadie los leería. Hoy en día ya publico con otra presión,
ya que sé que es probable que muchos ojos se posen sobre ese relato y que la
diversidad de opiniones crece constantemente.
—¿Una categoría en
donde nunca publicarías?
Nunca publicaría en la categoría Zoofilia, me cuesta mucho el
sólo ponerme a pensar en elaborar una historia de estas características. Me
encanta el morbo y me tomo grandes libertades con él, pero también tengo mis
límites y éste es uno de ellos.
Cuando te sientas para
escribir un relato, ¿ya tienes una idea fija en la cabeza o prefieres dejarte
llevar?
Nunca escribo teniendo ideas fijas, sino más bien pequeños
objetivos. Tal vez la idea es narrar una sola escena que me pareció interesante
o excitante, luego “acomodo” la historia y los personajes para llevarlos hacia
dicha escena. A veces, en las series largas, planeo escenas o momentos con
mucho tiempo de antelación y es lo que me marca un rumbo, sé cuánto puedo o no
desviarme del hilo original, pero me aburre mucho escribir una historia si ya
sé todo lo que ocurrirá, me gusta cambiar ideas, modificarlas o directamente
insertar ideas totalmente nuevas. A veces simplemente me pongo a escribir y dejo
que surja todo (es la forma en la que más disfruto de la escritura), digamos
que en mis relatos hay un 70% de contenido espontáneo e improvisado y un 30% de
contenido planeado y diagramado.
—¿Qué tanto de realidad
hay en tus relatos?
Prácticamente nada, no suelo tomar vivencias personales para
incluirlas en mis relatos. Me gusta crear, lo que más disfruto de la escritura
es inventar personajes y escenas de la nada misma. Me gusta el proceso de ir
moldeando cada detalle, por eso evito utilizar vivencias reales, ya sean mías o
de otras personas, aunque en algunos relatos me he inspirado gracias a cosas
que me han contado, como el de “Malditas Uvas”, que se me ocurrió luego de que una amiga me contó
sobre un altercado que tuvo al masturbarse utilizando uvas.
¿Qué podemof faber de
ti? —pregunté atragantado con las uvas.
Ya decía yo que había algo raro con ellas.
Es difícil hablar de mí misma cuando pretendo mantener el
anonimato, pero bueno, veré qué puedo hacer. Podría decir que tengo una
personalidad muy similar a la de Lucrecia, los/las que hayan leído “Me niego a
ser lesbiana” entenderán a qué me refiero, soy una máquina de decir estupideces
y a veces lo hago incluso cuando tengo que estar seria… o en momentos íntimos,
no hay nada más “corta-mambo” que hacer reír a la otra persona en pleno acto…
pero es algo que no puedo evitar, es más fuerte que yo.
Además de la estupidez, tengo otras cualidades; me considero
una persona muy analítica, suelo observar mucho a las personas que me rodean y
aprendo de ellos/ellas tanto como puedo. Esto lo contrarresto con altas dosis
de impulsividad; sin embargo no soy ni la mitad de promiscua de lo que los
lectores de mis relatos deben pensar que soy, y espero estar rompiéndole las
fantasías a más de uno/a al decir eso.
Me fascina leer, siempre me apasionó sumergirme en el mundo
de los libros y a eso debo mi gusto por la escritura, leí más de lo que viví ya
que siento que al leer viví muchas vidas. Ahora lo estoy sintiendo de forma
inversa, al escribir siento que estoy creando esas vidas, hay personajes que
viven en mí y de los cuales no me voy a poder desprender nunca, inclusive he
aprendido de ellos, al ponerme en sus cabezas.
—¿Piensas que te será
difícil darle final a algunas series y cerrar así las historias de esos
personajes?
No me preocupan tanto los finales, sino los caminos que
llevan a él. Soy una persona que valora más el camino que se recorre que el
punto de partida o el de llegada. Justamente hace poco le decía a uno de mis
lectores que considero que el final es uno más de los sucesos que ocurren
dentro de una historia, con la diferencia de que luego ya no se cuenta más
nada. No me gustan los finales en donde TODO cierra o concluye, son
antinaturales, ya que no considero que en la vida real haya “finales”, nunca
los hay, la historia siempre continúa de alguna u otra forma, así sea con otro
“protagonista”. Como dice una canción de The Who que me encanta: “Cada final en
mi vida es una puerta abierta”.
Puede que algunos de los finales que tengo en mente, desilusionarán
a algunas personas, pero es mi propia forma de ver las historias, me hartan los
clichés hollywoodenses, si bien debo haber caído en miles de ellos,
inconscientemente, cuando trabajo a conciencia me gusta evitarlos o
destruirlos, esto es algo que le admiro mucho a George R.R. Martin, el escritor
de “Canción de Hielo y Fuego” (Juego de Tronos, Choque de Reyes, etc.), él
sinceramente se caga en esos clichés y pone en sus historias un realismo crudo,
desgarrador e incluso, desorientador, sé que cada día estoy más influenciada
por escritores como él, aunque me mueva en un terreno tan diferente (y a un
nivel literario sumamente distante, cualitativamente).
Personalmente me gustan los finales que sorprenden, pero
especialmente me gustan cuando me dejan reflexionando, intentando tapar esos
huecos que pudieron haber quedado, así que puede que los finales que elija para
mis series tengan mucho de esto.
—¿Saben las personas de
tu entorno que escribes relatos eróticos?
La mayoría no sabe nada y ni siquiera se lo imaginan,
mantengo mi vida sexual y mis relatos eróticos muy al margen de la mayor parte
de la gente que me rodea; sin embargo desde que comencé a escribir hasta el día
de hoy, hubo muy pocas personas que supieron de mis relatos y los leyeron
sabiendo quién soy; pero han sido personas en las que confío mucho y a las que
puedo contar con los dedos de una sola mano (y me sobrarían dos).
—¿Qué sientes cuando
escribes tus relatos? ¿Cómo los vives?
Intensamente. Suelo imaginar de forma muy vívida las escenas,
me meto en la cabeza de los personajes, intento pensar como ellos, es un gran
ejercicio, especialmente cuando el personaje difiere mucho de mi propia forma
de pensar. Es como ser otra persona por un instante, o como vivir una vida en
la que yo tengo control absoluto de lo que va a pasar, así sea que a veces haga
que pasen cosas malas, yo elijo lo que pasa. A veces los acontecimientos surgen
de forma tan espontánea mientras escribo que yo misma me sorprendo, me cuento
historias a mí misma para después poder compartirlas con quien quiera leerlas.
—Nombra algo que jamás
harías que sí ha hecho un personaje de tus relatos.
Esa es fácil, tener relaciones sexuales con algún familiar.
Muchos de mis personajes lo hacen, pero yo no lo hice ni lo haría. Considero
que el Amor Filial puede ser interesante y entretenido en las fantasías, pero
no me gusta en la realidad. Esto es algo que le vengo diciendo a muchos
lectores desde hace mucho tiempo, especialmente a aquellos que me han pedido
consejos para poder intimar con un familiar cercano: Hay que saber separar la
fantasía de la realidad.
—¿Qué consejo les das a
tus lectores para que puedan intimar con sus familiares en paz?
No doy ninguno, siempre que me han preguntado por eso dije lo
mismo: “No te bases en lo que lees en un relato erótico, porque ahí todo está
escrito para que salga bien, en la vida real las cosas no ocurren así”. No
apoyo el Amor Filial dentro del plano de lo real, si escribo este género es
para que las personas puedan canalizar ese sentimiento que tal vez lleven
guardado y así evitar que deseen intimar con algún familiar cercano; ahora, si
alguno lo entiende al revés, es porque no tiene noción de lo que es realidad y
lo que es ficción. Siempre digo que alguien puede leer “El silencio de los
Inocentes” y maravillarse con Hannibal Lecter, pero eso no quiere decir que
vayas a salir a comer gente.
—¿Qué es lo que nunca
harían tus personajes de relatos?
Una de las cosas que
tal vez nunca haría uno de mis personajes (al menos los principales) es fumar;
odio el cigarrillo y lo considero un vicio muy molesto que no aporta
absolutamente nada bueno. Sé que muchos fumadores con sólo ver a otra persona
fumando o leer que alguien lo está haciendo, ya le dan ganas de fumar; por eso
intento no fomentar ese vicio intentando mantenerlo lejos de mis relatos.
Ahora, si una persona tiene algún tipo de vicio con el sexo y
leer mis relatos le provocan cosas extrañas, entonces sugiero que busque ayuda
profesional, ya que no puedo hacerme cargo de las patologías y los vicios de
todas las personas que me leen.
—¿Tu relato propio
favorito?
Bueno, varias veces dije que mi serie de relatos favorita (de
las que yo escribí) es “Me niego a ser Lesbiana”, sin embargo me preguntaste por
un relato individual, así que podría decir que mi favorito es el Capítulo 16 de “Me niego a ser Lesbiana”. Estuve planeando mucho tiempo ese
capítulo (cosa que no suelo hacer) y me quedé muy conforme con el resultado.
También quedé muy conforme con el Capítulo 21 de esta serie, por las mismas razones
que el que nombré antes.
—¿Cuál es en tu opinión
tu relato menos atractivo?
Esta pregunta es difícil de responder, hay gente que dice que
no puede “querer menos” a alguno de sus relatos porque son como sus hijos, pero
en mi caso no es así, yo suelo tener una ambivalencia constante con mis
relatos, a veces los amo y otras veces los detesto, especialmente cuando vuelvo
a leerlos después de mucho tiempo. No puedo nombrar un solo relato de los que
considero los peores porque hubo varios que fueron desastrosos, de hecho llegué
a borrarlos o directamente no publicarlos, pero eso me pasa con los relatos que
escribía en mis inicios, no tanto con los que escribo ahora, ya que ahora tengo
un enfoque mucho más claro de lo que me gusta y lo que no me gusta de mis
propios relatos. Por esta razón estoy intentando hacer una especie de reedición
de algunos de mis relatos más antiguos.
—¿Te gustaría ver tus
relatos publicados en un libro?
No todos, solamente “Me niego a ser Lesbiana”, por ahora. Sé que a esta historia
hay que corregirle un millón de cosas, y lo estoy haciendo en una nueva versión
extendida, pero ya la considero mi “primera novela” con todas sus fallas y
aciertos, es la primera vez que llegué a pensar una serie de relatos como una
novela propiamente dicha. Lo más irónico es que nació como una serie de relatos
cortos, pensé que iba a tener 7 capítulos, como mucho, pero luego se hizo más y
más extensa. Por eso es que los primeros capítulos mucho no cuadran con esa
atmósfera de novela, pero gradualmente sí se va convirtiendo en una.
—¿Cuándo podríamos
esperar esa versión extendida? ¿Sería un relato extenso con todos los capítulos
incluidos?
Prometo tener lista la nueva versión antes de que vuelva a
pasar el cometa Halley. En un principio la idea de la nueva versión es darle
mayor trasfondo a la historia y a las actitudes de Lucrecia, explicar mejor por
qué ella actúa de esa forma, los primeros capítulos van demasiado rápido ya que
fueron pensados para una serie corta, por eso son los que más cambios van a
sufrir, pretendo que el tiempo de evolución de Lucrecia sea más lento y
gradual. Habrá escenas completamente nuevas, así que quienes hayan leído la
versión original podrán disfrutar mucho de la nueva, porque se encontrarán con
cosas nunca vistas; pero la historia general seguirá siendo la misma, no
pretendo alterar el hilo original, sólo hacerlo más prolijo y extenso. También
quiero darle más participación a personajes que me gustan, pero que no han
tenido muchas apariciones, como Abigail, la hermana de Lucrecia.
—¿Cuántos accesos tienes
registrados, ahora mismo, en tu cuenta de autora?
Una imagen dice más que dos millones cuatrocientas cuarenta y
tres mil setecientas diez palabras.
Cuando vi tamaños
números empecé a reírme como un cabrón mientras todo a mi alrededor giraba
demencialmente. Definitivamente, la bebida y las uvas tuvieron que ver.
Al despertarme de mi
desmayo, ya no oía la música rimbombante ni sentía el calor infernal del club
“Afrodita”, al contrario, solo sentía la comodidad de una cama mullida. Cuando
abrí mis ojos, noté que estaba en un cuarto pequeño y humilde que dejaba colar
la luz del sol por la ventana.
Una dulce monjita me quitó el paño húmedo de la frente mientras me animaba a levantarme.
“¿Este es el paraíso?”, pensé obnubilado por la belleza de aquella muchacha de
rostro angelical. “Dale, boludo”, me dijo con acento argentino. “ Te están
esperando”.
Me levanté tratando de
acomodarme los pensamientos; la mujer que me esperaba en los pasillos no era
sino Nokomi, quien aguardaba pacientemente para caminar juntos por los pasillos
del convento y así continuar la entrevista que dejamos atrás.
—¿Cuál es el
significado de la vida, Nokomi? —pregunté para que las monjas que nos miraban
no sospecharan que éramos autores de un sitio guarro.
Eso tal vez se lo deberías preguntar a Anabella (la monjita
de “Me niego a ser Lesbiana”), ella debería estar mucho más interiorizada en el
tema y además tiene línea directa con Dios, a mí ya no me responde los
llamados.
Estoy segura de que ella respondería algo como: “No vinimos
al mundo a cuestionarnos por qué estamos aquí, sino para que la estadía nos
aproxime más a Dios”.
A lo que Lucrecia respondería: “Para eso y disfrutar de la
intimidad que podamos tener con las personas que amamos. Mirá Anita, ahí
tenemos una cama... ¿no te sugiere nada?”
—¿Qué crees que te
impulsó a continuar con tu serie “Me niego…”
más de lo que tenías previsto?
Dos cosas, primero el cariño que le tomé a los personajes,
especialmente a Lucrecia y Anabella; segundo, la cantidad de ideas que se me
ocurrieron para aportar a la historia, muchas de las cuales descarté, por falta
de lugar o porque no eran demasiado relevantes para la historia; pero las que
se mantuvieron intactas me divirtieron mucho y supe, gracias a los comentarios
que me dejan, que también otras personas las encontraron igual de entretenidas.
—¿Tienes una anécdota
que contar con respecto a la creación de tus relatos?
En realidad anécdotas tengo miles, el tema es que no sé si
quiero contarlas. Dejame pensar, alguna se me va a ocurrir.
Podría contarte de una vez que me enteré que una chica (de la
cual no me acuerdo el nombre) comenzó a publicar mi serie “Me niego a ser
Lesbiana” en una página de Facebook dedicada a las lesbianas. Suelo ser
irritable, lo admito, pero esta chica me llevó a un límite de irritación que
pocas veces me ví, hasta tenía ganas de darle una patada al monitor, ya que la
susodicha no sólo estaba publicando mi historia sin permiso sino que también
firmaba con su nombre y en los comentarios aseguraba ser ella la autora.
Analizo mucho la mente humana (es uno de mis mayores
hobbies), pero te juro que no logro comprender cómo es que la gente llega a
hacer este tipo de cosas ¿Qué es lo que ganan? ¿Que les alimenten el ego por
algo que SABEN que no hicieron ellos? ¿Mendigar un poco de atención por haber
copiado y pegado un texto? Resulta bastante enfermizo, me enfurece mucho y ese
tipo de actitudes sacan lo más violento de mí, me llenan de rabia y siento que
puedo explorar en cualquier momento…
¿Vieri?... ¿Vieri, dónde estás? Che, ya podés dejar de esconderte detrás
de esa monja, no te voy a golpear… siempre y cuando no me des motivos.
—¿Acá no hay guardias
como en "Afrodita" o qué?
En fin, como te decía, me encariño mucho con mis relatos y me
jode bastante que alguien pretenda apropiarse de ellos.
Después tengo otra anécdota que es a la inversa de la
anterior e incluye la misma serie de relatos, esta vez me encontré con una vil
acusación de parte de un sujeto al cuál no quiero nombrar (fue Silvade) quien me acusó de haber plagiado su idea.
Ya, en serio, la gente se va a pensar que odio al pobre
Silvade, mejor cuento las cosas como realmente fueron, a pesar de que no haya
tanto dramatismo en ello. Cuando él comenzó a leer “Me niego a ser Lesbiana” me
dejó algunos comentarios diciéndome que la serie le gustaba, pero de pronto me
pone en un comentario que estaba bastante enojado conmigo, cuando le pregunté
(por mensaje privado) por qué estaba enfadado, me dijo que él tenía en mente
hacer una historia sobre lesbianas que incluyera un ambiente universitario, una
familia conservadora, jóvenes amigas, etc. y que al leer la serie que yo estaba
publicando se encontró con que había varias similitudes con la historia que él
tenía en mente y que incluso (según sus propias palabras) mi relato le parecía
mucho mejor que el que él estaba haciendo.
Esto jamás lo pude comprobar porque él nunca me permitió leer
ni siquiera un borrador de dicho trabajo, tal vez su historia era mejor o bien
le hubiera gustado a un público diferente, pero esto me pareció bastante
curioso ya que a mí también me ha pasado con anterioridad eso de tener una idea
y luego enterarme que ya se escribió algo al respecto; de hecho me pasó con
“Misery” la gran novela de Stephen King, antes de leerla yo tenía ganas de
hacer una historia en la que un fanático (o fanática) secuestrara a su ídolo lo
tuviera en cautiverio. De momento descarté esa idea, por razones obvias, y si
algún día llego a escribir un relato erótico sobre esto al menos tendré la
consideración de decir que está inspirada en la novela de King (la cual es muy
buena y la recomiendo a todos aquellos que aún no la hayan leído).
—A mí me agrada
Silvade. ¿Si tuvieras que matarlo, con qué objeto contundente lo harías?
¿Por qué matarlo
cuando puedo drogarlo, secuestrarlo y tenerlo a mi merced? Incluso así tal vez
hasta pueda hacer un poco de justicia por todo lo que hizo sufrir a la pobre Bianca.
—¿Tus relatos favoritos
de la web? Dime tres.
Esto es medio difícil de responder, sé que en la web existen
muchísimos relatos excelentes y escritores que se destacan muchísimo y que me
sorprenden, pero no suelo leer muchos relatos y cada vez que empiezo alguna
serie dejo de leerla, por falta de tiempo y no de interés. Cuando estoy leyendo
un relato me dan ganas de ponerme a escribir, esto también me juega en contra,
pero no quiero dejar la pregunta sin contestar, así que mencionaré tres de los
relatos que más me gustaron:
“I Love Dublin” (de Moonlight): No he leído demasiados relatos
lésbicos en TR ya que la mayoría tienden a aburrirme con historias de amor
“rosa”. Esta temática me fascina, pero sé que al menos hay dos tipos de
lectoras de relatos lésbicos, las que disfrutan de amores eternos y jodidamente
empalagosos, y las que preferimos el morbo. Este relato tiene la particularidad
de contar una linda historia de amor sin abusar de pinceladas rosas y, cuando
cae en el sexo, lo hace de una forma bastante contundente y atractiva. Hasta el
momento es mi relato lésbico favorito dentro de TR.
“Atrapada en el Concierto” (de Lydia): Hay ambientaciones o situaciones
“clichés” en los relatos eróticos, que suelen atraer a gran número de lectores,
el problema es que en la gran mayoría de los casos estas historias con “clichés
eróticos” son desarrolladas de una forma bastante pobre, o pésima. Sin embargo
ese no es el caso de este relato, me gustó mucho la forma en la que Lydia
manejó la narrativa erótica, haciéndola cada vez más candente. Puede que haya
muchos relatos sobre sexo en conciertos de rock, pero hasta el momento este es
el mejor que leí, por mucho. Le tengo cierta estima este relato ya que lo leí
una vez, hace muchos años, cuando recién daba mis primeras vueltas por
TodoRelatos, y luego, después de bastante tiempo, me topé con él por casualidad
y volví a disfrutar de su lectura.
“La cabeza del Mono (1) (de Alex
Blame)”: No sé si
será trampa mencionar una serie en esta lista, pero me voy a centrar
particularmente en el primer capítulo, ya que es el que sirve de introducción
para la misma. Tenemos a un tipo que sufre un terrible accidente y de pronto se
despierta, sano y salvo… dentro del cuerpo de una mujer. No es magia, es
ciencia. Esto es algo que la ciencia lleva desarrollando (de manera
clandestina) muchos años, el tema del traslado de cabezas o cerebros. Me
pareció genial que Alex Blame haya tomado esa idea para hacer una serie de
relatos eróticos y me gustó mucho la forma en la que la desarrolló. Confieso
que aún no terminé de leer la serie, pero tengo pensado hacerlo.
—¿Qué debería tener un
relato erótico para que te guste?
Esto más o menos ya lo respondí en una pregunta anterior,
pero aquí lo voy a sintetizar mejor. Lo que más me gusta es que tengan algún
punto de tensión morbosa, algo que rompa un poco con los esquemas
convencionales del sexo. Después me gusta que la historia sea llevadera y
entretenida, que pueda encariñarme un poco con los protagonistas y conocerlos.
Por último, me gusta que se dé mayor importancia a los momentos previos al
sexo, a los juegos previos, esto me parece mucho más erótico que el sexo en sí.
La “mecánica sexual” se disfruta en el sexo real o en algún
video porno, por eso los relatos tienen que ir más allá de eso, dar algo que lo
otro no suele dar, una interesante y erótica forma de llegar al sexo. Me gusta
que esto sea de forma gradual y casi accidental, no importa si todos los
lectores saben que se va a terminar en sexo (si vamos al caso esa es la idea
general), lo que me gusta es que se juegue con las ganas del lector, que se le
vaya dando de a poco motivos para ir calentándose y que no se rompa esa magia
erótica que se forma cuando los protagonistas no dicen “Quiero cogerte”, “Vamos
a follar”, “¿Me la chupas?”, etc.
Prefiero que se vaya dando todo como si fuera meramente
casual y que siga un flujo natural. También me gusta que me sorprendan un poco
con algunas cosas. Todo esto es lo mismo que trato de meter en mis propios
relatos, por eso puedo decir que en primera instancia escribo para mí misma,
escribo lo que me gusta y ese es mi parámetro. Si consigo que la historia me
guste y me parezca excitante, entonces perfecto, considero que el relato está
bueno.
—¿Quiénes son tus
autores favoritos? Otros tres.
He leído varios autores/as que me han gustado mucho, pero si
tengo que elegir solamente a tres para poner en mi podio (aunque sin que
estuviera ninguno por encima del otro) elijo a:
Alex Blame, por su originalidad a la hora de elaborar tramas. Tiene
muchos relatos publicados en los cuales se pueden ver las categorías más
diversas, desde ciencia futurista hasta apocalipsis zombies (esa serie aún no
la leí pero hace rato que le tengo ganas).
Silvade, por saber mezclar tan bien la serie erótica con la de
detectives (o policial). Con su serie sobre Laula Lupo me sorprendió mucho,
nunca había leído un relato erótico similar y justamente él combinó dos de mis
géneros favoritos.
Vieri32 (tal vez te suene el nombre de este muchacho). ¿Qué es lo que
veo, a caso te estás sonrojando por algo que dije… o será por estar pensando en
alguna monjita en particular? En fin, a Vieri tengo que incluirlo porque me
gusta mucho su forma tan prolija de narrar y especialmente la manera que tiene
para describir épocas pasadas, tan lejanas en la historia y en la geografía. Su
serie Legión, que incluye ángeles, me gustó mucho por estas razones.
—¿Cómo te tomas los
mails de los lectores que recibes? ¿Hay de todo, no?
Creo que esa expresión lo explica todo “Hay de todo”.
Realmente es así, me he encontrado con gente con la que vale la pena charlar,
con las cuales he intercambiado muchos mensajes, y también me he topado con
gente realmente despreciable o enferma. Incluso con un par de personas que
creían que por algún mandato divino de un dios hecho de cartón, tenían derechos
sobre mí, tanto a exigirme cosas (como publicar cierta clase de relatos) o
hasta enviarles fotos e información mía. Otros directamente me enviaban foto de
sus partes íntimas luego de decir “Hola”, no hablo solo de hombres, mujeres
también. Esto no me agrada, no me causa ningún morbo ni interés estar viéndole
las partes a personas que no conozco, el morbo viene cuando ya sé quiénes son
esas personas y es algo que suelo reservar para mi vida “real”.
—¿Qué importancia le
das a los comentarios a tus relatos?
Depende de quién los deje. Hay lectores que solamente dicen
“Me gustó” o algo similar, eso me da una leve pauta de que a alguien le gustó
el relato, pero nada más. Luego están los que se esmeran más en responder, me
gusta leer con atención esos comentarios y presto atención a las cosas que me
marcan, ya sean cosas que gustaron o que no gustaron y luego intento evaluar
por qué pudieron gustar o no. En realidad no hago modificaciones de forma
consciente basándome en los comentarios, pero algunas cosas me quedan en el
inconsciente y tal vez aparezcan en otro capítulo o relato. Me gustan,
especialmente, los comentarios en los que intentan adivinar lo que ocurrirá
luego en alguna historia porque me hace ver cuán predecible puede ser alguna de
mis series, hasta ahora no han acertado ni una sola vez y eso me tranquiliza. A
veces pregunto a algunos de los que me escriben por privado qué piensan que
ocurrirá luego o cómo creen que va a terminar cierta historia, y ya tengo
pensado todo lo que queda de “Strip
Póker en Familia” y “Me niego a ser Lesbiana” y por suerte puedo decir que dudo
mucho que sepan lo que va a ocurrir.
—¿Cómo te tomas las
críticas?
¡Ah! ¡Viniste filoso! Bueno, tengo que reconocer que en un
principio no me tomaba muy bien las críticas, aunque no todas, sino sólo
algunas de ellas, las que yo consideraba más agresivas. Me molestan las
críticas prejuiciosas que no aportan nada, he tenido varias de esas y me
enojaba mucho, contestaba con enojo y recibía más enojo a cambio. Sin embargo
esto me llevó a evaluar mejor mi temperamento y ya no me las tomo mal,
especialmente si vienen hechas con buena onda y con buenos fundamentos y
opiniones, también dejé de contestar mensajes cuando estoy enojada, los leo me
enojo, rompo todo y luego me tranquilizo (tengo un temperamento bastante
efervescente), una vez que estoy tranquila vuelvo a leer todo el mensaje y lo contesto
con calma, intentando no ser agresiva. Eso me ha dado muy buenos resultados e
incluso llegué a demostrarle a algunas personas que no soy como ellos
consideraban que era y que mi única intención es compartir los relatos que
escribo para que los lectores los disfruten, me encantaría poder publicar todo
lo que tengo sin terminar, pero bueno, eso es bastante difícil cuando no se
tiene tiempo para escribir.
—Estrellitas. ¿Qué
tanta importancia les das a las valoraciones?
Al principio me gustaba ver si un relato recibía buenas
calificaciones o no, porque me daba una pauta de lo que le gustaba a los
lectores y que no, me pone contenta cuando un relato recibe buenas valoraciones
porque me da a entender que la gente lo disfrutó, pero también llegó un momento
en el que me di cuenta de que hay ciertos usuarios que no tienen nada que hacer
y empiezan a poner votos negativos indiscriminadamente y sin fundamentos, por
eso dejé de darles tanta importancia, sin embargo me pone contenta que, en la
suma general, tenga un buen promedio de calificaciones, me da a entender que
muchas personas disfrutan de mis relatos y eso es un inmenso incentivo para
seguir escribiendo y publicando.
—¿Qué consejos nos das
para escribir un buen relato erótico?
Esto de los consejos se toman o se dejan, puedo dar mil
consejos que no servirían para nadie o uno solo que sirva para miles de
personas. Los consejos son totalmente subjetivos y responden a las experiencias
personales de cada uno, sin embargo a veces ahorran tiempo. Hasta tengo pensado
escribir un texto con algunos consejos que yo daría a quienes quieran escribir
relatos eróticos, así que no voy a adentrarme mucho en esto ahora, pero al
menos puedo decir que si alguien quiere escribir (lo que sea) entonces que lea
mucho a los escritores profesionales, aquellos que ya han pasado por un
corrector y un editor, se aprende mucho de ellos.
Para los relatos eróticos en particular puedo decir que nunca
se olviden de que la meta principal es el erotismo, por eso mismo se llaman
“relatos eróticos”. Se pueden hacer tramas geniales, pero si se olvida la parte
erótica entonces ya estamos hablando de una historia de otro estilo. Hay que
saber cómo y dónde incluir las escenas eróticas, a veces el sexo pasa a un
segundo plano y el lector se concentra más en la historia en general, pero en
algún momento se llevarán una sorpresa y terminarán excitados.
—¿Qué proyectos puedes
adelantarnos para el futuro?
Tengo pendiente publicar algunos relatos que comencé a
preparar para el Ejercicio y por culpa de otras obligaciones que ocuparon todo
mi tiempo, no pude completar. Inicie unos tres relatos diferentes con la
consiga “La apuesta” que se planteaba en el ejercicio y no quiero dejarlos en
la nada, porque me gustaron. Eso sí, cuando los publique diré que parten de la
idea propuesta en el ejercicio.
Sé que me meto en un gran lío al decir esto, pero estoy
planeando una especie de secuela para Strip Póker, no sé si será una continuación, propiamente dicha, pero sí
retomaré la historia con uno de los personajes (de momento no diré cuál).
Algo muy similar planeo para “Me niego a ser lesbiana” aunque
esto sí será una secuela, ya que retomará muchas de las cosas de la historia de
Lucrecia. De todas formas faltan como un millón de años para que comience a
publicar todo esto, aún tengo que terminar lo que está pendiente. También tengo
pendiente la continuación de “Ayudando a Mamá”, tengo algunas ideas que me gustaron mucho para esta
serie y lamento no haber comenzado con ella. Esta manía de hacer continuaciones
se debe a que me encariño con personajes y me cuesta dejarlos, pero bueno, toda
historia también debe terminar alguna vez.
Tengo muchos borradores con diversas ideas e incluso relatos
que ya comenzaron a escribirse y corregirse. Comencé una serie con la idea de
cubrir todas (o casi todas) las categorías de TR, ya escribí algunos capítulos,
pero preferiría esperar a tener más antes de comenzar a publicarla.
Por último, tengo pensado publicar algunos relatos que estoy
escribiendo en forma conjunta con una personita que es muy especial para mí, a
ella también le apasiona escribir relatos eróticos y nos dimos cuenta que
coincidimos en muchos puntos de vista a la hora de desarrollar una historia, de
momento estoy disfrutando mucha la experiencia que me da hacer esto y espero
que luego los lectores puedan disfrutar al leer estos relatos que,
posiblemente, estén publicados en una cuenta con un nombre diferente (el cual
avisaré).
—Sobre TR, ¿qué es lo
más positivo que puedes destacarnos?
Lo positivo sería la cantidad de gente que accede a la web,
es como un inmenso centro de relatos eróticos con miles de visitantes diarios.
También me gusta mucho que los relatos estén ordenados por categorías, pero la
organización podría ser mejor, ya que al haber TANTA cantidad de relatos, se
hace cada vez más difícil acceder a aquellos relatos que van quedando atrás en
el tiempo.
—¿Y los puntos
negativos?
Lo negativo sería el ambiente hostil que se suele ver. Por
suerte esto no pasa siempre, pero es sabido que suelen haber largas y duras
discusiones entre distintos usuarios por los motivos más diversos que se puedan
imaginar. Inclusive hay usuarios que sólo entran a atacar gente, por alguna
razón patológica. No digo lo de patológico en modo despectivo, lo digo en
sentido real, he visto mucha gente dejar claras evidencias de sus patologías a
través de los mensajes agresivos e insultantes que dejan, especialmente en la
insistencia en dejar esta clase de mensajes.
Esto no se soluciona poniendo un ejército de moderadores y
censuradores, sino que se reduce a una sola palabra: Tolerancia. Esas personas
que gustan de hacer comentarios agresivos deberían ser más tolerantes con el escritor
o lector al cual se estén dirigiendo y comprender que una diferencia de
pensamiento no quiere decir que el/ la otro/a esté equivocado/a, y por
desgracia hay que ser igual de tolerantes con estas personas y entender que
sólo usan el anonimato que les da la red para atacar gente que no conocen y así
poder canalizar alguna problemática interna que no pueden canalizar en su vida
cotidiana.
Las canalizaciones no sólo van por parte de aquellos que usan
la web para atacar personas que ni siquiera conocen, sino que aquí incluyo a
todos los escritores, que buscan canalizar algo que en sus vidas “reales” tal
vez no puedan hacer o fantasías que sólo habitan en su mente como fantasías. Me
incluyo a mí misma en eso, Nokomi me sirve para canalizar muchas cosas que no
podría hacer en mi vida real, con esto quiero decir que lo que escribo son
meras fantasías y que tampoco quiero llevarlas a cabo, me basta con exponerlas
por escrito.
—¿Qué propondrías tú
para mejorar la web?
Una mejor organización para los relatos y una interfaz que
sea de este siglo, al menos. Es una página que se ha quedado en el tiempo. Otra
cosa que sería útil es que se puedan contestar mensajes y que la persona a la
que se le respondió, se le avise; o que se puedan seguir autores (esto ya se
puede) y que al seguirlos avise cuando éstos publican nuevos relatos. También
estaría bueno que los autores tengan un sector para “dar noticias” en su muro y
que esto puedan verlos aquellos que lo siguen. Por ejemplo, que allí se pueda
anunciar la próxima publicación de un relato o cualquier otra cosa.
—Si TodoRelatos fuera
un campo de fútbol, ¿tú serías Messi?
¿Ah sí? ¿Y dónde están mis millones de dólares, mi mansión,
mi auto deportivo y mis balones de oro? ¡LOS EXIJO!
Ya, hablando en serio, creo que estamos comparando caviar con
maní salado... hay gente que va a preferir el maní salado, pero de ahí a que
tenga la fineza y calidad del caviar, es oooootra cosa.
Me sorprende mucho la aceptación que han tenido mis relatos
en la web y la cantidad de lectores que han pasado por ellos, pero soy muy
consciente de lo mucho que me queda por mejorar y aprender. Aprendo y evoluciono constantemente y creo
que eso es lo más importante en cada tarea que una se proponga en la vida.
—Tienes muchas series
en desarrollo. ¿Cómo sorteas el agobio de escribir para tantos frentes?
¿Y quién dijo que lo sorteo? Me gustaría detener el tiempo,
terminar de escribir todo, y poder publicarlo YA; pero la última vez que
intenté hacer esto me di cuenta de que no se puede detener el tiempo... fue
bastante frustrante.
Tal vez debería dejar de iniciar publicaciones nuevas, pero
no puedo, a mí me gusta escribir pero no de forma ordenada, escribo lo que
quiero y cuando quiero, es mi principal condición, si no la cumplo entonces no
avanzo con nada. No sé si podría escribir de otra forma.
—Me niego a ser
lesbiana. ¿Qué te impulsó a crear esta serie?
El título, que fue lo primero que se me ocurrió. Estaba
pensando en lo mucho que pueden discriminar a las lesbianas en la sociedad y me
dije: “Es lógico que una chica se niegue a ser lesbiana, con el mundo que le
espera”. Así que el título hace referencia (y lo digo ahora porque algunos no
lo han comprendido) a todas las negaciones que existen hacia todas las mujeres
con inclinaciones lésbicas, las que vienen de adentro y las que provienen de
afuera. Además hace referencia a un personaje en particular, que no es
Lucrecia, quienes hayan leído la serie ya sabrán de quién estoy hablando.
—Noto que
constantemente juegas con la temática religiosa y el conflicto que acarrean las
relaciones prohibidas. También se percibe esto en tus otros relatos, el
conflicto de hacer lo prohibido. Entonces, ¿te atrae y divierte lo tabú, pues?
Claro, esa es la temática principal de todos mis relatos, el
tema tabú, aquello que rompe o busca romper con los estándares de la
sexualidad. No disfrutaría escribir un relato que no venga con algún dilema
ético y moral como trasfondo.
—¿Esperabas esa
respuesta tan positiva de parte de la comunidad de lectores de “Me niego a ser
lesbiana”?
La verdad es que no, antes de comenzar a escribir esta serie
sabía que la cantidad de lectores de relatos lésbicos es muchísimo menor que la
cantidad de personas que leen “Amor Filial” u otras categorías, sin embargo me
encontré con un gran número de lectores, tanto en TodoRelatos como en otras de
las páginas en las que publico.
Tal vez esto se deba a que no me quedé en la historia lésbica
típica donde sólo se busca narrar una historia de un amor eterno y donde todo
es romance, sinceramente a mí me empalagan esas historias, suelen desvirtuar
mucho la verdadera contradicción de sentimientos que pueden existir en una
persona, especialmente si pretende relacionarse con personas del mismo sexo. En
la nueva versión que estoy preparando de esta serie pretendo explayar mucho
mejor estos conceptos y espero que tenga la misma aceptación con la que se está
leyendo ahora mismo en la web.
—Dado que tienes una
serie en “Lésbicos” y otra de igual éxito en “Amor Filial”, al ser historias de
un enfoque diametralmente distintas la una de la otra, ¿surgen dos tipos de
lectores distintos que te escriben?
Al principio sí, eran lectores o lectoras completamente
diferentes, la mayor parte de quienes leían “Me niego a ser lesbiana” eran
mujeres y era muy raro que éstas se pasen a leer mis series de “Amor Filial”;
pero con el tiempo esto fue cambiando mucho y los lectores y lectoras se fueron
homogeneizando, muchos de aquellos que me conocieron por mis relatos de “Amor
Filial” le dieron una oportunidad a “Me niego a ser lesbiana” y se han
enganchado con esta historia, ya que más allá de la temática lésbica, está
escrita para ser entretenida y llevadera. Así que ahora me encuentro con muchos
lectores que me atormentan con que siga las dos historias que aún tengo
pendientes.
—¿Qué es lo que crees
que hace a Lucrecia un personaje tan atractivo para el lector?
A mí me sorprendió bastante la aceptación que tuvo Lucrecia,
mucha gente me ha dicho que la principal razón por la que leían “Me niego a ser
Lesbiana” era por ella. Creo que lo más atractivo de Lucrecia es su
personalidad, que a veces raya la total ingenuidad y que otras veces puede ser
muy sabia y perceptiva. Otra cosa es que, como todo ser humano, tiene
contradicciones, aciertos y equivocaciones. Como la frutillita del postre está su
incontenible sentido del humor y esa patológica impulsividad que la hacen tan
especial.
Me gustó ver “nacer y
crecer” a Lucrecia, ya que nunca fue previamente diagramada, su personalidad se
fue construyendo sola a lo largo de los capítulos, esta es la forma en la que
construyo todos mis personajes, pero Lucrecia es una de las más complejas,
junto con Anabella... y bueno, ella una monja dentro de una serie lésbica,
resulta lógico que venga con una personalidad compleja e incomprendida...
incomprendida incluso por los mismos lectores. Algunos que comienzan amándola,
luego comienzan a detestarla, y viceversa.
—Te gusta darle un poco
de humor a tus historias, y a veces en plenos momentos morbosos…
¿Eso es una crítica? Me encanta el humor, considero que una
persona no debe perder nunca el sentido del humor a lo largo de la vida. Hay
quienes creen que madurar consiste en volverse serio, yo considero que madurar
consiste en saber reírse de la vida.
Nunca decido dónde poner los momentos humorísticos, son todos
espontáneos, nunca los planeo y tal como salen, se quedan. Son cosas que se me
ocurren en el momento. Sé que a veces podrán quitarle un poco el clima a
alguien, pero es mi pequeño guiño hacia los lectores, me gusta jugar con sus
mentes perversas. También me pone contenta cuando alguien me deja un mensaje
diciendo “Me reí mucho con tal cosa”, ya que la mayoría de los “chistes” que
hay en mis relatos, los olvido, entonces de esta forma me recuerdan que están
allí y también me dan a entender que si a ellos les causó gracia, entonces
puede que a otros también. Si les corta la “inspiración” entonces que se la
aguanten, es parte de la cuota a pagar por leer a Nokomi.
—¿Qué puedes decirnos
de tu serie “Strip Póker…”? Otra serie con una respuesta positiva. ¿A qué crees
que se debe tu éxito entre los lectores?
La respuesta positiva que tuvo esta serie fue una completa
sorpresa. La verdad es que es una serie que nunca fue escrita para ser serie,
iba a durar un sólo capítulo. Cuando me encontraba publicando solamente “Me niego
a ser lesbiana” me dije que tenía que publicar al menos un relato no-lésbico,
para que no resultara tan monótono, entonces abrí el baúl polvoriento de
“borradores” y me encontré con uno que llevaba guardado casi un año, estaba
bastante avanzado y desarrollado, aunque no tenía un final, lo leí y me di
cuenta de que tenía cierto potencial, le hice algunas correcciones y lo extendí
un poco, y otro poco… y luego un poco más… y otro… y me terminé dando cuenta de
que todo no iba a entrar en una sola publicación, así que decidí publicar un
fragmento del mismo como “Capítulo 1” y ahí llegó la sorpresa, mucha gente
empezó a pedirme que publicara más, creo que subí los primeros cuatro capítulos
en pocas semanas, y más gente la pedía; sin embargo mi prioridad era “Me niego
a ser Lesbiana”, porque a “Strip Póker” lo veía como un mero relleno, algo
secundario a publicar para que no todos los relatos fueran de la misma
categoría.
Ahora ya no lo veo tan así y eso se debe totalmente a los
lectores que siguen pidiendo continuaciones tras continuaciones, ya tengo 10
publicadas (o apenas 10, depende de cómo se mire) y estoy trabajando en los
capítulos siguientes. Me vi obligada en pensar en un final para esta serie y ya
sé cuál será, aún faltan 5 o 6 Capítulos para poder concluirla, pero al menos
ya tengo un diagrama a seguir. También me reservo una sorpresa bajo la manga
para los lectores de esta serie y espero que les guste.
—¿Estás viviendo una
especie de pausa creativa en este momento de tu vida?
No exactamente, la creatividad sigue estando, se me siguen
ocurriendo cosas para agregar a las series que ya tengo comenzadas e incluso
ideas para relatos nuevos. Inclusive ahora me siento mucho más creativa que
antes, se me ocurren muchas ideas para relatos, algunas sencillas y otras
bastante complejas que requieren mucha diagramación; la pausa se debe solamente
a falta de tiempo para sentarme a escribir, de todas formas siempre estoy
buscando la oportunidad de volver a publicar y espero que aquellos que lean mis
relatos sepan esperar, de todas formas aún les quedan los relatos que ya he
publicado, sé que muchos los leen más de una vez.
—¿Qué diferencias notas
entre webs como Poringa y Todorelatos en cuanto a relatos y lectores?
Aquí veo grandes diferencias. Los usuarios de Poringa, por lo
general, suelen ser más amables; no me preguntes por qué, sólo sé que los son
porque se ve con mucha menor frecuencia a alguien insultando o atacando, con
esto me refiero solamente a los mensajes públicos. Sin embargo en Poringa está
la posibilidad de enviar mensajes privados y ahí me he encontrado con cada
cosa... pero bueno, eso ya lo expliqué. Lo que sucede con esa comunidad es que
muchos la suelen utilizar para organizar encuentros sexuales (no sé qué tanto
les funcionará esto, yo tengo mis dudas) y a veces me molesto mucho al recibir
mensajes demasiado directos (ya sea de hombres o mujeres) en los que me piden,
sin siquiera saludar, el número de teléfono o ya están planificando algún
encuentro. ¿Acaso piensan que hay alguien en su sano juicio que se va a
encontrar con un desconocido para tener sexo sin saber NADA de esa persona?
Algunos tienen las hormonas tan alteradas que ya se olvidan de las sutilezas y
los buenos tratos y se creen que por tener una cuenta en Poringa y publicar
relatos eróticos, una ya está dispuesta a ser el juguetito sexual de cualquiera
que lo solicite.
En cuanto a los relatos escritos, la mayor diferencia es que
en Poringa se utiliza mucho el “les cuento lo que me pasó”. Mucha gente escribe
relatos contando alguna experiencia personal y muchos otros pretenden hacernos
creer que TODAS esas historias que escriben (por más descabelladas que sean)
son reales. Eso también se ve en TR, pero en general es una web que recopila
gente que ama escribir y que pretende progresar en la tarea.
En Poringa esta clase de escritores son muy raros.
—Escribes tantas
temáticas distintas, y de hecho estás haciendo la Escalada por las categorías
de TR. ¿Cómo ves el reto en general y cuál crees que te será la categoría más
difícil de escribir?
Como dije antes, estoy escribiendo una serie de relatos que
haga por sí sola toda esa escalada, más la escalada en paralelo que continuaré
haciendo con mis relatos. También aclaré que no tocaré la temática Zoofilia en
ninguno de los dos casos, por lo que ni siquiera voy a decir que ésta sería la
más difícil de escribir, voy a limitar la pregunta a cuál considero que sería
la temática más difícil de las que SI pretendo escribir. Tal vez el más
complicado sea Sexo Virtual, aún no sé cómo hacer una historia que sea morbosa
utilizando el Sexo Virtual, esta es una temática que domina muy bien Kimica,
escritora argentina, pero yo tendría que hacer algo diferente a lo que hace
ella, de lo contrario consideraría que la estoy plagiando. De todas formas ella
eliminó esos relatos, porque se cansó de los ataques que recibía en los mismos.
Eso fue algo muy espontáneo, se me ocurrieron algunas frases,
las puse en forma de poema y así salió; sinceramente no sé nada de poesía y no
es un género que me apasione, pero si llego a aprender un poco más de esto,
puede que si vuelva con alguna poesía, me gustó la experiencia.
—¿Cómo surgió tu proyecto de
historias reales? ¿Tuviste muchas peticiones?
¿Planeas continuarlo en algún momento?
Surgió porque vi que mucha gente quiere contar sus propias
historias de sexo y no saben cómo hacerlo, muchos/as terminan narrando de forma
tan desprolija que se pierde el hilo, al hablar de esto con una amiga, ella me
dijo: “Entonces, ¿Por qué no las narrás vos?”. Lo pensé unos días y después
dije “¿Por qué no?”.
Me llegaron muchas más propuestas de las que imaginaba, el
problema fue seleccionar algunas entre tantas. La mayoría terminaron
descartadas, ya sea por lo absurdas e inverosímiles que eran o por ser poco
interesantes. Me fijé en aquellas en las que me resultaba más evidente que la
historia era verídica, porque es justamente lo que pretendo ofrecerles a los
lectores. Escribí una sola, por falta de tiempo, surgieron imprevistos y no
pude seguir escribiendo con la frecuencia que lo hacía antes, pero tengo muchas
anotaciones y retazos de otros relatos que corresponden a este proyecto y
quiero terminarlos, así que sí, lo voy a continuar. Por el contrario de lo que
piensa la gente, a mí no me gusta dejar las cosas sin terminar, podré
demorarme, pero en algún momento lo haré.
Como todo, también trajo su parte negativa, por ejemplo
recuerdo que hubo una persona que me contó su experiencia sexual y yo la
descarté (de la forma más amable que pude) diciéndole que tal vez para él había
sido una gran experiencia, pero que carecía de esa cuota de interés extra que
tiene que tener una historia para que merezca la pena ser narrada, en síntesis,
hay millones de relatos eróticos (reales o no) que cuentan una historia
exactamente igual a la que él me había contado. Al parecer este hombre se enojó
bastante por la respuesta negativa y comenzó a decirme que yo no era una
verdadera escritora ya que un VERDADERO ESCRITOR escribe cualquier cosa.
“¿Cualquier cosa?”, me pregunté yo. Desde mi punto de vista un/a verdadero
escritor/a llega a ser bueno/a justamente por evitar escribir cualquier cosa y
por dedicarse a trabajar en aquello que sí vale la pena, de lo contrario
estaría burlándose o tomándole el pelo a sus propios lectores e insultándoles
la inteligencia.
—¿Qué tan diferente te
resultó la experiencia de escribir como un hombre maduro y cotidiano en "Confortablemente
entumecido"?
No fue tan diferente a otros relatos, me gusta meterme en la
cabeza de mis personajes y, aunque en algún relato esté narrando con un
personaje femenino, también tengo que pensar como los personajes secundarios
que son hombres. Esto de narrar como hombre ya lo había hecho en “Ayudando a
Mamá”; si bien prefiero narrar como mujer, porque considero que esto causa más
morbo (al menos a mí), siempre que quiero narrar en primera persona analizo
quién sería el personaje indicado para narrar la historia, no importa tanto si
es hombre o mujer. “Confortablemente entumecido” debía ser narrado por el
hombre, porque la historia no hubiera tenido el mismo impacto si me centraba en
la mujer. Considero que (hasta ahora) este es el relato más raro que escribí, y
por eso le tengo cierto cariño.
¡Ey! Eso no ocurrió así. No fui a ver a una ginecóloga para
preguntarle eso, ya suficiente trauma tienen con aguantar mis explicaciones de
por qué estoy ahí. Tuve la suerte de que una ginecóloga se enganchó mucho con
mi serie “Me niego a ser Lesbiana” y me contactó por Facebook, cuando una amiga
me contó de su mala experiencia con las uvas y de cómo había tenido que
extraerlas un ginecólogo, se me ocurrió una idea bastante morbosa para un
relato; pero quería asesorarme mejor con el tema, por lo que se lo comenté a la
ginecóloga que lee mis relatos, ella me quitó varias dudas al respecto y me di
cuenta de lo peligroso que podría ser esto, cualquier objeto cilíndrico y
pequeño que se meta en la vagina, podría quedar atascado dentro… muy adentro.
Esto me llevó a advertir a mis lectores, a las mujeres para que no lo intenten
y a los hombres, para que no se les ocurra introducirles nada de ese estilo a
sus parejas.
Muchísimas gracias por
responder a mis preguntas, Nokomi, ¿tienes algo que decir a tus lectores?
Muchas gracias a vos
Vieri, por permitirme participar en una de tus entrevistas, me divertí mucho.
¿Qué puedo decirle a mis lectores? Pues lo primero es que les agradezco
muchísimo que sigan leyendo mis relatos y que a pesar de que se enganchen con
una serie, también le den una oportunidad a mis otros escritos, ya sean viejos
o nuevos. También agradezco mucho a aquellos que se toman el trabajo de dejarme
sus opiniones o para expresar cómo se sintieron al leer alguno de estos
relatos… pero por sobre todas las cosas, agradezco la paciencia que me tienen a
pesar de q a veces me demoro mucho en publicar las continuaciones de algunas
series. Espero que se sigan entreteniendo mucho con mis relatos y que puedan
disfrutar aquellos que publicaré en el futuro.
Relato recomendado: Me niego a ser lesbiana
no sabe que pasó con Nokomi? por qué dejó de publicar?
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